Uso medicinal de hongos: qué es la psilocibina y cuáles son sus posibles beneficios terapéuticos
Tras la experiencia del cannabis medicinal, crece el interés por los hongos psilocibios y su posible aporte a nuevas terapias para la salud mental.

El debate sobre el uso medicinal de los hongos psilocibios comenzó a ganar espacio en la agenda científica y sanitaria, en un proceso que recuerda al recorrido reciente del cannabis terapéutico.
Actualmente, tanto investigadores como profesionales de la salud mental analizan su potencial para tratar distintas afecciones psicológicas. La sustancia central de este debate es la psilocibina, un compuesto natural presente en ciertos hongos del género Psilocybe.

Estudios preliminares y experiencias clínicas en distintos países señalan que, administrada en contextos controlados y con acompañamiento terapéutico, podría favorecer mejoras en el estado de ánimo, la cognición y la capacidad de conexión emocional.
No obstante, los especialistas coinciden en un punto clave: no se trata de una medicina inocua ni de una solución universal. Su uso implica desafíos profundos y requiere protocolos rigurosos para evitar riesgos en la salud mental.
¿Qué es la psilocibina y qué diferencia hay entre microdosis y macrodosis?
La psilocibina es una molécula con una estructura similar a la serotonina, neurotransmisor fundamental para el equilibrio emocional, el estado de ánimo, el sueño y la regulación de la ansiedad.
- Microdosis: son cantidades subperceptuales, tan pequeñas que no generan efectos psicoactivos. No se consumen de manera diaria para evitar tolerancia y se utilizan con fines terapéuticos específicos.
- Macrodosis: implican dosis mayores que sí producen efectos psicoactivos y una ampliación del estado de conciencia. Su aplicación requiere una evaluación individual y un contexto clínico cuidadosamente diseñado.

Beneficios potenciales en la salud mental
Los beneficios observados están vinculados a una disminución de la rumiación mental, uno de los mecanismos más frecuentes en la ansiedad y la depresión. Al reducir la repetición constante de pensamientos negativos, se habilitan nuevas formas de habitar el presente y de vincularse con la experiencia cotidiana.
Además, se registra una mejora en el estado de ánimo y en la capacidad de conexión emocional. Desde una perspectiva neurobiológica, los hongos favorecerían una mayor interconexión entre áreas cerebrales, potenciando la neuroplasticidad.

¿Quiénes no deberían recurrir a terapias con hongos?
Los especialistas advierten que no todas las personas son candidatas a este tipo de abordajes. En particular, se desaconseja su uso en:
- Personas con antecedentes de psicosis o trastorno bipolar
- Pacientes con afecciones cardiovasculares, hipertensión no controlada o infartos recientes
- Personas con cuadros de angustia severa sin contención terapéutica previa
Al tratarse de una medicina amplificadora, puede intensificar estructuras psíquicas preexistentes y generar efectos adversos si no hay un acompañamiento profesional adecuado.
¿Qué dice la ley en Argentina sobre la psilocibina?
En el país, el cultivo, el consumo y el uso terapéutico de hongos psilocibios son ilegales, ya que están alcanzados por la Ley de Estupefacientes sancionada en 1989.

La normativa vigente no distingue entre uso recreativo y medicinal, una situación que contrasta con el reconocimiento oficial del cannabis terapéutico por parte del Ministerio de Salud.
Actualmente, la única vía legal posible es la investigación científica, mediante protocolos aprobados por comités de bioética y equipos interdisciplinarios.
No obstante, el estudio de la psilocibina abre una puerta a nuevas formas de pensar la salud mental, centradas en la conexión, la conciencia y la neuroplasticidad.
La expectativa de los especialistas es que, con mayor evidencia científica, el uso terapéutico de los hongos pueda recorrer un camino similar al del cannabis medicinal y ser incorporado, en el futuro, como una práctica regulada dentro del sistema de salud.



















