La sonda InSight intenta un descenso de alto riesgo en Marte

Los ingenieros de la NASA que siguen la operación desde la Tierra no pueden hacer otra cosa que cruzar los dedos aunque todo está bien programado.
Sonda InSight, NASA
Sonda InSight, NASA

Siete años de trabajo, siete meses de viaje por el espacio y casi siete minutos de angustia: la sonda estadounidense InSight se apresta finalmente a tocar el lunes la superficie de Marte mediante una muy arriesgada maniobra de aterrizaje.


Y los ingenieros de la NASA que siguen la operación desde la Tierra no pueden hacer otra cosa que cruzar los dedos: desde la entrada a la atmósfera marciana -con sus respectivas tempestades- hasta el contacto de sus pies con la roca, todo ha sido programado con horas de antelación.


Más cruel aún es que la señal que indicará que InSight está sana y salva sobre la superficie marciana tardará ocho minutos en llegar al centro de control de la misión, situado en Pasadena, California.