Pampita afronta el divorcio del millón

El reencuentro entre Carolina “Pampita” Ardohain y Martín Barrantes fue el pasado lunes 1° de septiembre cuando debieron acudir a un Tribunal de San Isidro para la audiencia de divorcio.

Ese día se habló de infidelidad y temas vinculados al alcohol, sexo y agresiones verbales.

El modelo la acusa de adulterio, de haber comenzado un romance con el chileno Benjamín Vicuña mientras estaba casada. Con el joven tuvo dos hijos, Blanca y Bautista. Tuvo como testigos a su socio, un amigo y un fotógrafo.

Por el lado de la modelo, testificaron su psiquiatra, su maquilladora, su booker y algunos amigos.

Las frases que se escucharon en San Isidro en defensa de Pampita fueron: “Barrantes se medicaba con sedantes y antidepresivos y tomaba alcohol”, “le decía que estaba gorda, que no comiera”, “él estaba más preocupado por su imagen que por atenderla sexualmente”, “Barrantes le dejó un menaje en el contestador diciéndole que le iba a arruinar la carrera”.

Mientras que los que defendieron a Barrantes aseguraron que “Martín lloraba, sufrió mucho, le dolía enterarse las cosas de su mujer por las revistas”, “Martín sí quería formar una familia con ella”.

“Ella estaba muy angustiada, porque entendía que Barrantes había roto un pacto de no iniciar la separación hasta que no se cumpliera un plazo legal”, confesó (con autorización de la modelo) a una revista el médico psiquiatra que atiende a Carolina desde enero de 2006.

En unos días se determinará quién es el culpable del divorcio. Al parecer, el Tribunal dictaría que hay culpa mutua y habría una disputa Civil para dividir los bienes de la pareja.

Ahí comienza la cuestión del dinero. La abogada de Pampita, Ana Rosenfeld, dijo que sólo tienen que dividirse un lote de 2 hectáreas en Pilar, tasado en 500 mil pesos. Pero Martín incluiría más bienes gananciales como un automóvil Audi valuado en 80 mil pesos, otros 500 mi pesos depositados en cuentas bancarias en los bancos COMAFI y el ex Banco de Boston y una importante suma de dinero que ganó la pareja (mejor dicho, la modelo) durante los casi tres años de matrimonio (que estaría en caja de seguridad). Ella tendría que mantener a su ex mensualmente hasta que él vuelva a casarse. A esta altura, Pampita sólo quiere ponerle fin al capítulo más triste que debió vivir en su vida.