Frío extremo: ¿a qué temperatura morimos congelados los humanos?

La sudoración durante el verano o la piel de gallina cuando hace frío, son procesos fisiológicos por los que el cuerpo reacciona y se adapta a los cambios de temperatura, utilizando una gran cantidad de calorías. Pero también, hay otros métodos y aparatos como el aire acondicionado o la calefacción que sirven para evitar poner en riesgo nuestra vida.
En ese contexto, surge una gran incógnita: ¿cuál es el límite de frío que puede soportar el cuerpo humano? Y para responderla hay que tener en cuenta la temperatura y también, las condiciones que acompañan.

¿Cuándo podemos morir de frío?
En primer lugar, hay que aclarar que cada persona tiene una sensibilidad distinta a la temperatura, mismo lo podemos comprobar en nuestra casa o nuestro lugar de trabajo, donde es muy difícil ponerse de acuerdo con relación a la temperatura en un grupo grande de personas.
Sin embargo, a la hora de hablar límites extremos, se puede fijar una cifra exacta a la que el cuerpo puede aguantar. Dependiendo del viento y de la temperatura, el cuerpo experimentará una temperatura, denominada sensación térmica. Por ejemplo, si estamos a 0 grados de temperatura y el viento sopla a 80 km/h, la temperatura que notará el cuerpo será de 10 bajo cero.
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En realidad podemos aguantar de forma instantánea cualquier temperatura que alcance el aire, pero depende del tiempo de exposición. En color amarillo, naranja y rojo podemos ver el tiempo que resistimos dentro de cada uno de esos valores. En amarillo, hay riesgo de congelarse entre 10 a 30 minutos. En naranja, en 10 minutos. El más extremo, el rojo, indica que el riesgo es de menos de 2 minutos. Este es el límite que el ser humano puede aguantar a bajas temperaturas.
Por qué nos ponemos pálidos
Cuando hace mucho frío, el cerebro activa órdenes para regular la temperatura. Una de estas órdenes es el estrechamiento de los vasos sanguíneos que pasan cerca de la piel. Es mejor que la sangre se aleje de los lugares fríos y proteja zonas vitales como los órganos. Al pasar menos sangre por ahí, la piel se pone pálida.