Cómo evitar los 5 errores más comunes al hacer un asado y asegurarte de que salga tierna y al punto justo de cocción
Si bien hacer un asado forma parte de la tradición argentina y parece que cada bebé nacido en este suelo está destinado a cocinar de la forma correcta un pedazo de carne en cualquier parrilla, esto no siempre es así y muchas veces se desconocen las técnicas necesarias para que el plato típico se convierta en un manjar.
Argentina es sinónimo de asado: hay tantos asadores como argentinos en este país y cada uno tiene sus trucos y secretos para hacerlo de la mejor manera. Sin embargo, hay algunos errores que son incuestionables y que pueden ser los causantes de que salga mal.
El ritual del asado no empieza en el momento en el que se corta un pedazo de carne en el plato, sino mucho antes. Desde el armado del fuego, la limpieza de la parrilla y hasta la preparación de la carne, cada momento es importantísimo para que el ritual sea efectivo.
Por supuesto que también inciden los distintos tipos de cocción, temperatura y la forma de condimentar la comida. Cada paso es fundamental y tiene sus por qué.
Los 5 errores más comunes al hacer un asado
- Acelerar el proceso de prendido del fuego: uno de los errores más frecuentes es prender el fuego con alcohol o líquidos inflamables. Esto no solo altera el sabor de la carne, sino que también puede ser peligroso. La mejor opción es usar papel, madera seca y carbón o leña de buena calidad, dejando que las brasas se formen con paciencia.
- Usar carne fría directamente de la heladera: poner la carne en la parrilla cuando aún está fría hace que se cocine de manera desigual, quedando cruda por dentro y seca por fuera. Lo ideal es sacarla de la heladera al menos 30 minutos antes para que alcance temperatura ambiente antes de ir al fuego.
- No controlar la distancia entre la parrilla y las brasas: si la parrilla está demasiado cerca del fuego, la carne se cocinará rápido por fuera, pero quedará cruda por dentro. Si está muy alta, la cocción será demasiado lenta. Lo recomendable es una altura de 20 a 30 centímetros sobre las brasas, regulándola según el tipo de corte.
- Echarle sal en un momento incorrecto: uno de los grandes debates del asado es cuándo salar la carne. Agregar sal fina antes de la cocción puede hacer que la carne pierda jugos, mientras que la sal gruesa es ideal porque permite que los sabores se absorban sin secarla. Lo mejor es salar la carne justo antes de ponerla en la parrilla o cuando empieza a sellarse.
- No respetar los tiempos de cocción: cada corte de carne necesita su tiempo en la parrilla. Las achuras y cortes finos se cocinan más rápido, mientras que los cortes horribles requieren fuego más bajo y paciencia. Un buen asador conoce los tiempos y no apura el proceso.
