Expulsada del reality, la modelo parece disfrutar más del afuera que del adentro ya que se la ve contenta participando de todos los programas de TV y posando para notas en revistas, donde no le tiembla la lengua a la hora de las autocríticas. Galería de fotos.
Amalia Granata, que se hizo famosa por su fugaz romance con Robbie Williams y ahora por su fugaz paso por la casa de
Gran Hermano, aseguró que dentro de la casa no se sentía para bien consigo misma: “En la casa me ví horrorosa”.
Expulsada del reality, la modelo parece disfrutar más del afuera que del adentro ya que se la ve contenta participando de todos los programas de TV y posando para notas en revistas.
“Me imaginé que la gente se iba a hacer la cabeza esperando que hable de Robbie, de verme en pelotas, tipo vedette, y yo entré como a mi casa. Me pongo la bikini, uso ropa tranqui, no uso tacos altos, no llamé la atención”, explicó a la Revista Semana.
La blonda contó que el momento más duro que le tocó vivir en la casa fue que se haya dado cuenta que todo el mundo hablaba mal de ella por atrás. “Fue por eso que los reuní. No para desquitarme, sino para demostrarles que era frontal y que me hubiera gustado que ellos fueran igual. No unos hipócritas, como se mostraron”, remarcó.
Hasta se tuvo que bancar que uno de sus compañeros le tratara de “gato” al insinuar que “maullaba”. “Con ese aspecto de nene bueno, Pablo Tamanini quedó como un maleducado que le faltó el respeto a una mujer. Tan equivocada no estaba yo. Hay gente que entró a la casa y no tiene ni idea de lo que es el respeto”.
Pero el rechazo que siente por sus compañeros no se agota en Tamanini sino que abarca a varias personas. “Hernán Caire no me cae nada bien. Hay una cuestión de piel, porque a él yo tampoco le caigo bien, de hecho no cruzamos palabras ni nada. Fuimos al mismo gimnasio durante un año y ni nos mirábamos. El ‘Roña’ Castro no me cae mal, pero no se da cuenta de los límites”, concluyó. a la hora de hablar. Es súper divertido, aunque tiene un vocabulario extremadamente grosero.