Maru Botana presentó a Inés

La cocinera y conductora se siente "bendecida a pesar de los golpes de la vida". Su octavo hijo, de dos semanas de vida, le trajo felicidad a la familia. Su dura decisión de volver a ser madre.

Por Canal26

Viernes 6 de Julio de 2012 - 00:00

Maru Botana está feliz y no es para menos, la llegada de María Inés le trajo total felicidad a la familia. A los 42, la conductora decidió ser madre otra vez, la octava, a pesar del duro golpe que significó la pérdida de su hijo en 2008.

Fue la muerte de Facundo, en septiembre, por una muerte súbida cuando provocó el profundo dolor en la cocinera más querida de la tele. El país lloró su tragedia y ella salió a agradecer por televisión con un mensaje conmovedor.

No se dio por vencida, siguió adelante y quedó nuevamente embarazada. En marzo de 2010 nació Juan Ignacio. Todo fue felicidad para ella, su marido Bernardo Sola y sus cinco hijos, Agustín, Lucía, Sofía, Matías y Santiago.

Pero había más y en Navidad de 2011, les anunció a los suyos que llegaría otro bebé. Fue Inés. "La casa se iluminó, nos devolvió la sonrisa a todos", le dijo Maru a la revista Paparazzi.

“Entre todos decidieron cómo llamar a la nueva integrante de la familia, que sería nena. Votaron los chicos y, trampa mediante porque Belén no convencía, terminó ganando Inés”, siguió detallando la cocinera. El "María" Inés lo agregó el padre, el día que nació la beba. Fue por parto natural, a las 17.30 del viernes 15 de junio, pesando 2,563 kilos.

“Es más linda de lo que imaginaba… Me acuerdo que le dije al médico: "Mirá lo linda que es, por eso no puedo dejar de tener hijos". Y él me dijo: "Es horrible, la más fea de todos". Yo estaba muerta de emoción, se me caían las lágrimas”, contó la orgullosa madre.

Fue volver a vivir para ella y toda la familia: “Todos son diferentes. A partir de lo de Facu, tanto con Juani como con María Inés, se me dispararon algunos miedos. Es como otra sensación, y es lo primero que me genera. A pesar de que a la gente le llame la atención que yo tenga tantos hijos, yo lo vivo como un don, y me genera una adrenalina especial. Me es difícil decir "no tendría más". Soy consciente de que es el último, pero también me cuesta. Es demasiado lindo lo que se vive…”