Lula da Silva mostró rebeldía y pidió "seguir luchando"
(Lula saludando desde su refugio. Reuters)
El plazo para que Lula se entregue a la justicia expiró sin que el exmandatario brasileño, condenado a más de 12 años de cárcel por corrupción, diera la más mínima señal de cuáles son sus intenciones.
Atrincherado en el Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campos, en la región de Sao Paulo, el ex presidente se asomó por una de las ventanas del edificio y saludó a los presentes.
(Los seguidores de Lula en la puerta del sindicato de Metalúricos. Reuters)
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Los seguidores de Lula en Sao Bernardo, y sus adversarios frente a la Policía Federal de Curitiba, hicieron una cuenta regresiva antes de las 17H00.
Cuando dio esa hora, los primeros estallaron en gritos de "¡Resistencia!" y "¡Lula libre!", mientras que los segundos clamaban "¡Forajido!".
