El único tratado nuclear vigente entre Rusia y Estados Unidos expirará en 2026: temor por una posible guerra atómica

El desmantelamiento del marco regulatorio enciende las alarmas en un mundo donde los conflictos bélicos se reproducen.
Guerra nuclear.
Guerra nuclear. Foto: Freepik.

Desde la bomba de Hiroshima, el mundo teme una guerra nuclear que extermine pueblos y ciudades enteras. Para evitar esto, las principales potencias comenzaron un proceso de desescalada en la década de 1970 que condujo a la firma de acuerdos clave.

Sin embargo, Estados Unidos y Rusia -opuestos ideológicamente- solo mantienen un último tratado bilateral: el Nuevo START, cuyo futuro es incierto y que expirará en febrero de 2026. Esto revive temores de una posible guerra atómica entre los dos países.

Los presidentes de EEUU y Rusia, Trump y Putin Foto: Reuters

El Nuevo START, firmado en 2010, sigue vigente. Establece límites a las armas nucleares desplegadas, regula sus sistemas de lanzamiento y contempla inspecciones en el terreno. Sin embargo, está “muerto en la práctica”.

Esta situación rememora los tiempos de la Guerra Fría, cuando la humanidad vivió bajo la sombra de una posible guerra nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética.

Luego de que ambos países firmaran el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), en 1987, que eliminó una categoría completa de misiles nucleares; el riesgo parecía disminuir. Sin embargo, ese pacto fue abandonado en 2019, cuando Washington decidió retirarse. Y este martes, Moscú confirmó el fin de las restricciones autoimpuestas relacionadas con ese acuerdo.

Ambos países continúan siendo parte de tratados multilaterales de no proliferación, pero el progresivo deterioro de sus vínculos y el desmantelamiento del marco regulatorio encendieron las alarmas.

Estados Unidos y Rusia tienen menos ojivas nucleares que hace unos años

No solo el arsenal nuclear de Rusia y Estados Unidos disminuyó significativamente desde los años 80, sino también el mundial. En 1986, la Unión Soviética poseía más de 40.000 ojivas nucleares, mientras que Estados Unidos tenía más de 20.000.

Gracias a diversos tratados, esos números se redujeron. En marzo de 2025, se estima que Rusia cuenta con 5.459 ojivas nucleares (entre desplegadas y almacenadas) y Estados Unidos con 5.177, lo que representa cerca del 87% del total global.