China y la pandemia permanente: ¿qué dicen los disidentes de Xi Jinping?

Xi Jinping, listo para su reelección para su tercer mandato. Foto: Reuters.

El Congreso del Partido Comunista Chino está a una semana de elegir a su nuevo líder y Xi Jinping, actual presidente del país, busca consolidar su tercer mandato. Pero no todos los habitantes de la república oriental están contentos con quien algunos apodan "el hombre con más poder del planeta". 

En el imaginario de los próceres comunistas chinos, Xi se postula junto a la figura de los históricos Mao Tse Tung y Deng Xiaoping. Tras diez años frente al estado, su pensamiento también quedó fijado en la Constitución y su marca en la ideología china es promovido hasta en los primeros niveles de educación.

Aunque tímidos y ocultos bajo nombres ficticios, los disidentes expresan su verdadera opinión con respecto a la figura. "Todos sabemos quién nos está jodiendo la vida", dice "Celvin", un hombre de 37 años que trabaja como publicista. Entre tantas de las medidas con las que está desacuerdo, la principal es la cuarentena estricta y marcial que aísla decenas de regiones en cuanto se atisba algún recuerdo del COVID19. "Esto ya no se trata solo de coronavirus. Le ha dado a ciertas personas determinados privilegios", asegura el hombre.

"Tenemos un líder que parece querer controlarlo todo", dice un profesor de una de las famosas universidades de Pekín. Foto: Reuters.

Este "atrevimiento" de "Celvin" es parte de su nivel social, un poco más alto que la clase media, y su cansancio por el estado de la economía derivada del aislamiento chino de 2020. Y aunque no haya tenido demasiado eco internacional, cuenta cómo la sociedad entera está cansada que se acallen hechos como el accidente sucedido el 18 de septiembre, en el cual murieron 27 personas que estaban siendo trasladadas involuntariamente a "centros de cuarentena".

"Te preguntas si te puede pasar lo mismo. Si alguien va a llamar a tu puerta en mitad de la noche para decirte que tienes que subir a un autobús. Me recuerda a la situación de los nazis. Me da miedo que la gente llame a mi puerta. No tienes control sobre tu vida”, cuenta el publicista.

Los disidentes no se atreven a revelar su verdadero nombre. Foto: Reuters.

Según la investigación que realizó el diario El País, hasta los académicos más ortodoxos desaprueban al líder chino. Esto lo deja en claro un profesor de una de las mejores universidades de Pekín, quien como es lógico, también se niega a dar su nombre. El hombre se identifica como "un verdadero marxista", lo cual supone una contraposición del régimen que ha establecido Xi Jinping.

“Tenemos un líder que parece aspirar a controlarlo todo y que cambia la Constitución para permanecer en el poder”, denuncia. En su opinión, el XX Congreso será un nuevo paso en esta dirección, hacia una menor libertad y un mayor autoritarismo y nacionalismo, dice mientras sorbe un café en un Starbucks. Pero deja claro que no le gusta el local: le recuerda que la revolución ha sido pervertida; en los ochenta, China se abrió al capitalismo hasta convertirse en la “segunda potencia imperialista” del planeta, parte de un bloque alineado con Rusia; el otro bloque sería Occidente.  En su visión, el Congreso de estos días pertenece a “los poderes burocráticos que controlan todos los recursos de la economía”.

Calle peatonal de Nanjing, una de las principales zonas comerciales, durante la festividad del Día del Trabajo. Foto: Reuters.

Los códigos QR que uno ha de escanear con el móvil por todas partes para acceder a cualquier lugar en China son solo una expresión de ese estado vigilante que emplea la tecnología “para controlar todo el rato por donde te mueves”, continúa este docente. “El poder quiere mantener a la gente como individuos y la pandemia da motivos para evitar las relaciones entre personas”, concluye antes de volver a su rutina habitual.