Salvar a Caputo, salvar la transparencia... ¿o no tanto?

El gobierno de Mauricio Macri está decidido a sostener a su ministro de Finanzas Luis “Toto” Caputo. Cueste lo cueste. Lo dejó más que claro el jefe de gabinete Marcos Peña cuando esta semana fue al Congreso a dar su primer informe del año. De todas maneras, el costo político de esta decisión es aún imposible de medir, ya que mucho dependerá de cómo evolucione en la opinión pública la contradicción de tener que explicar casi lo inexplicable: las razones de porqué el funcionario no declaró su participación en empresas offshore antes de asumir como tal. Es más, hasta lo negó, información que fue desmentida por la propia SEC estadounidense. En diputados, un sector del PJ podría darle “una mano”.
El ministro de finanzas es uno de los hombre de confianza de Mauricio Macri. Es la persona que se encarga de colocar la deuda argentina en el exterior con la cual se pagan gran parte de los gastos corrientes del Estado. Sobre ese punto ya pesan denuncias. Una de ellas fue cuando colocó un bono a 100 años. La causa recayó en el juzgado de Ariel Lijo, quien decidió unificarla con otra que tramita Julian Ercolini en la cual se investiga su participación en sociedades off shore. El tema más incómodo.
De hecho, días atrás la empresa Noctua informó a las autoridades de los Estados Unidos que “Toto” Caputo, fue su “dueño indirecto”, su “accionista indirecto” y que tuvo “control” sobre la compañía hasta el 25 de noviembre de 2015, diez días antes de asumir como funcionario.
Ese dato el ahora funcionario lo ocultó al momento de asumir su actual cargo. Noctua tiene sedes en Miami y Delaware, Estados Unidos, y administra fondos de inversión con sede en Islas Caimán.
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Cuando se conocieron estos datos, Caputo reconoció un vínculo parcial con Noctua por las revelaciones de Paradise Papers.
Al menos hasta julio de 2015 tuvo más del 75 por ciento de las acciones de la empresa Princess. Esta empresa forma parte de una cadena de compañías. Todo muy confuso para el común denominador de los ciudadanos que lo único que observa es el crecimiento de los índices de la inflación y no estas ingenierías financieras.
El gran problema es que una de las banderas de Cambiemos ha sido la transparencia. ¿Es claro evitar declarar la participación en empresas de estas características? La acción de Caputo golpearía de lleno en uno de los postulados del oficialismo. Es verdad que no tiene la misma torpeza de arrojar bolsos con dólares en un convento. Pero eso no lo exime de responsabilidades.
En medio de esta situación, y ante el pedido de interpelación por parte del kirchnerismo en el congreso como del diputado Felipe Solá (FR), surgió una alternativa menos conflictiva para el ministro. El presidente del bloque del PJ Pablo Kosiner pidió que de explicaciones en la comisión de Comisión Bicameral de Seguimiento y Control de la Gestión de Contratación y de Pago de la Deuda Exterior de la Nación. Una mano extendida de los peronistas “razonables” apoyados en Diego Bossio. Con eso evitaría tener que someterse a una sesión donde quedaría fuertemente expuesto ante la opinión pública. Todo sea por la famosa “gobernabilidad”. Aunque la difundida transparencia quede para otra oportunidad. Mientras tanto, Caputo se entrena para dar sus mejores explicaciones. ¿Podrá?
Por Sebastián Dumont
Periodista de Canal 26
*INVITADO DEL DÍA DE DIARIO26.COM