Aves pirómanas: qué son los halcones de fuego y cómo actúan para causar incendios forestales

Un grupo de científicos de Australia detectó que algunas aves de presa, específicamente los milanos negros (Milvus migrans), los milanos silbadores (Haliastur sphenurus) y los halcones pardos (Falco berigora), propagan intencionalmente incendios forestales para su cacería.
Estas aves, conocidas colectivamente como "halcones del fuego", aprovechan los incendios para ahuyentar a sus presas, como insectos, pequeños mamíferos y reptiles. Se los vio recoger palos humeantes de incendios y dejarlos caer en zonas no quemadas para ampliar su rango de caza.

Se observaron halcones de fuego en Australia Occidental, Queensland y el territorio del norte. Generalmente, los avistamientos los hicieron directamente los pueblos indígenas de la isla continente, así como miembros del servicio de incendios forestales.
Las comunidades indígenas australianas llevan mucho tiempo reconociendo e incorporando las acciones incendiarias de estas aves a su concepción cultural de la tierra.
"Agarran ramas ardiendo y las dejan caer repetidamente", explicaron. Sin embargo, no solo las rapaces australianas realizan esta extraña práctica. También, se observó en África occidental como oriental, además de países como: Papúa Nueva Guinea, Brasil, Panamá y Estados Unidos.
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Mark Bonta, uno de los autores de un estudio de 2017 publicado en el Journal of Ethnobiology, indicó que "ven humo y van. Agarran ramas ardiendo y las dejan caer repetidamente hasta que son capaces de provocar un incendio al otro lado de una carretera, un río o un cortafuegos creado por el hombre".

Durante varios años, Bonta y sus colaboradores examinaron estudios antropológicos y ornitológicos en busca de interacciones documentadas entre aves, fuego y humanos en sabanas tropicales de todo el mundo.
Seguimiento de los avistamientos registrados
Los científicos hicieron un seguimiento de los avistamientos registrados y entrevistaron a personas de las regiones septentrionales, entre ellas ganaderos, bomberos e investigadores de campo, además de recoger un número considerable de testimonios de comunidades aborígenes.
Las implicaciones de este comportamiento son significativas, ya que desafían la idea de que los humanos son la única especie que usa el fuego como herramienta y pone de relieve la compleja inteligencia de estas aves. "Es un tema de investigación fascinante", subrayó Bonta.