Quién es Nadia “Coralina” Cerino, la bióloga del CONICET que se hizo viral por el streaming en el fondo del mar
Lo que comenzó como una transmisión con fines científicos se convirtió en todo un fenómeno para los argentinos, ya que el CONICET mostró en vivo y en directo cómo es la vida bajo el mar a tan solo unos kilómetros de las costas marplatenses.
El inesperado vivo despertó la curiosidad de todo tipo de personas: desde internautas hasta grandes investigadores, sin embargo, la protagonista de este inesperado episodio es Nadia Cerino, la bióloga marina que explicaba qué es lo que se veía allí.
Destacada por sus chistes y su forma amigable de hablar, la investigadora fue bautizada por los usuarios como “Nadia Coralina” en plena transmisión en vivo desde el Cañón Submarino de Mar del Plata.
El apodo se hizo viral y la caltapultó a la fama -y a ser un meme- con una frase muy espontánea que lanzó durante sus largas jornadas nocturnas de monitoreo con el robot submarino: “Che, no sacamos ni un coral”. La expresión desató una ola de cariño virtual y memes que la convirtieron en la cara más visible de la expedición.
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“Es una locura, no sabemos qué pasó. Es buenísimo que la gente siga creyendo en la ciencia, en la naturaleza y el conocimiento”, expresó Cerino, emocionada, al ser consultada por La Nación.
Lo cierto es que ella se ganó el cariño de los internautas no solamente por sus expresiones, sino también por su forma amigable de comunicar qué es aquello que se ve en el fondo del mar.
¿Quién es Nadia “Coralina” Cerino?
Lejos de la repentina fama en redes, Nadia Cerino es una Licenciada en Ciencias Biológicas con una maestría en Biología Marina, que lleva años investigando corales de aguas profundas, organismos clave para entender la biodiversidad del Atlántico Sur.
Su especialidad es la taxonomía y distribución de estos ecosistemas vulnerables y poco explorados del mar argentino. Además, es investigadora en el Laboratorio Químico del Departamento Científico de Pericias de la Prefectura Naval Argentina, donde estudia contaminantes.
El furor por la transmisión, que pasó de tener 10 espectadores a más de 35.000 en simultáneo, la tomó por sorpresa. “Nunca imaginamos esto cuando arranqué a estudiar en el 96. No había ni celulares”, reflexionó. Con su lema “no se puede conservar lo que no se conoce”, Cerino espera que este fenómeno sirva para que “más personas vuelvan a amar la naturaleza y se interesen por estudiarla”.
