El árbol ideal para el verano: gran sombra inmediata, bajo mantenimiento y sin problemas con sus raíces

Con flores blancas que atraen fauna beneficiosa y raíces discretas, este árbol permite disfrutar del jardín en verano sin preocupaciones ni complicaciones. Aprendé cómo plantarlo en esta nota.
Cerezo de racimos, árbol originario de Europa y Asia.
Cerezo de racimos, árbol originario de Europa y Asia. Foto: Freepik.

Cuando los días calurosos del verano llegan, contar con un espacio fresco en el jardín o en la entrada de casa no es un lujo, sino una necesidad. Sin embargo, elegir el árbol correcto no siempre es fácil: algunos crecen demasiado lento, otros tienen raíces agresivas que pueden levantar pavimentos y algunos requieren cuidados intensivos que pocos están dispuestos a dar.

El cerezo de racimos (Prunus padus) se presenta como una alternativa perfecta. Originario de Europa y Asia, se distingue por su rápido crecimiento y su valor ornamental. En apenas unos años, puede alcanzar entre 6 y 10 metros de altura, ofreciendo una sombra densa y fresca que transforma cualquier rincón en un refugio veraniego.

Cerezo de racimos, árbol originario de Europa y Asia. Foto: Freepik.

Uno de sus puntos fuertes es que sus raíces no son invasivas, por lo que no representan un riesgo para veredas, patios o estructuras cercanas. Esto lo convierte en una opción ideal para entornos urbanos donde la seguridad y el mantenimiento del suelo son prioridades.

En primavera, el árbol se cubre de racimos de flores blancas con un aroma particular, atrayendo abejas, polillas y otras especies beneficiosas, y contribuyendo a la biodiversidad del jardín. Aunque su fruto es pequeño y oscuro y no se consume, cumple un rol ecológico alimentando aves e insectos.

El cerezo de racimos es adaptable y resistente: tolera distintos tipos de suelo, el sol directo o la semisombra, y requiere mínimos cuidados más allá del riego moderado en sus primeros años y podas ocasionales. Una vez establecido, su resistencia a plagas y enfermedades lo hace una elección práctica y confiable.

Cerezo de racimos, árbol originario de Europa y Asia. Foto: Freepik.

Cómo plantar un cerezo de racimos y disfrutar de su sombra en verano

Para quienes buscan sombra rápida, belleza y bajo mantenimiento, este árbol se perfila como el aliado perfecto para disfrutar del verano sin preocupaciones.

Paso a paso para plantarlo

  1. Elegir el lugar: buscar un espacio con sol o semisombra, donde el árbol tenga espacio para crecer en altura y ancho.
  2. Preparar el suelo: aflojar la tierra y retirar piedras o raíces grandes. Sumar compost o abono para nutrirlo desde el principio.
  3. Cavar el hoyo: que sea el doble de ancho que el cepellón y lo suficiente para que las raíces queden bien cubiertas sin enterrar el tronco.
  4. Colocar el árbol: poner el cerezo en el centro y rellenar con tierra, compactando suavemente alrededor de las raíces.
  5. Regar abundantemente: hidratar el suelo justo después de plantar y mantenerlo húmedo durante las primeras semanas.
  6. Estabilizar el tronco: si es joven, colocar tutores para que no se caiga con el viento hasta que se afiance.
  7. Mantenimiento inicial: podar ramas dañadas o mal orientadas y seguir regando moderadamente. Una vez establecido, será resistente a plagas y casi independiente.
Cómo plantar un cerezo de racimo en casa. Foto: Unsplash.

¿Por qué conviene elegirlo?

  • Crece rápido: en pocos años alcanza 6 a 10 metros.
  • Raíces no invasivas: ideal para patios y jardines urbanos.
  • Flores blancas en primavera: valor ornamental y biodiversidad.
  • Bajo mantenimiento: riego moderado y podas ocasionales.

Con este árbol, tu jardín se convierte en un refugio fresco y bonito para el verano, sin complicaciones y con un toque natural que atrae fauna beneficiosa.