El hipnótico Desierto Florido de Atacama: hasta cuándo se podrá disfrutar este fenómeno natural único en el mundo

Durante la primavera, las lluvias transforman uno de los lugares más áridos del planeta en un espectáculo de colores y vida. En Vallenar, Copiapó y sus alrededores, la floración alcanza su mayor intensidad, ofreciendo a visitantes y científicos la oportunidad de maravillarse con este suceso.
Desierto Florido.
Desierto Florido. Foto: Instagram @disfrutemos_chile

El Desierto Florido, en la Región de Atacama, es uno de los espectáculos naturales más asombrosos del planeta. En esta época, las lluvias despiertan una explosión de vida en una de las zonas más áridas del mundo, cubriendo los alrededores de Vallenar y Copiapó con un manto de colores que atrae tanto a visitantes como a científicos.

“Podríamos tener un peak de floración desde mediados de octubre en adelante”, anticipó Gabriela López, encargada de Áreas Protegidas de Conaf Huasco.

Según detalló, la actual temporada ha ofrecido un despliegue floral “bastante interesante, que nosotros llamamos paños de vegetación o cobertura de llanos”.

Las plantas del desierto poseen mecanismos únicos para sobrevivir en condiciones hostiles Foto: Wikipedia

Las especies que predominan

Según expertos, la floración del Desierto de Atacama está formada por numerosas especies endémicas que tiñen el paisaje con una gran variedad de colores.

Las áreas alrededor de Vallenar, Copiapó y sus alrededores son actualmente los puntos donde el fenómeno se observa con mayor intensidad, convirtiéndose en un destino imperdible tanto para turistas interesados en la naturaleza como para investigadores

Cistanthe longiscapa: la flor que podría revolucionar la agricultura

Entre las especies más emblemáticas del Desierto florido destaca la Cistanthe longiscapa, conocida como “pata de guanaco”, que posee una extraordinaria plasticidad metabólica. En condiciones extremas, activa el mecanismo CAM, abriendo sus estomas solo de noche para minimizar la pérdida de agua. Cuando el ambiente mejora, vuelve a la fotosíntesis C3, más eficiente en climas templados.

Desierto florido en Chile: un fenómeno natural que transforma el paisaje árido de Atacama en una alfombra multicolor Foto: Instagram @benjavalenzuelawallis

“Esta flexibilidad la convierte en un modelo único para estudiar cómo los genes controlan el cambio entre modos fotosintéticos”, señala Ariel Orellana, director del Centro de Biotecnología Vegetal de la Universidad Andrés Bello.

Por qué el norte de Chile concentra tanta biodiversidad

Cristian Delpiano, investigador de la Universidad de La Serena, señala que las regiones de Atacama y Coquimbo presentan la mayor diversidad de plantas de todo Chile. Según explica, muchas de estas especies han desarrollado una notable capacidad de adaptación a las condiciones extremas del desierto: “Cuando no llueve, permanecen en estado latente, ‘durmiendo’, ya sea como semillas, bulbos o tubérculos bajo tierra”.

El especialista agrega que, aunque a simple vista el desierto pueda parecer inhóspito, la vida está presente constantemente, solo que en un estado de espera hasta que las lluvias la activan.

Hasta cuándo se podrá disfrutar del fenómeno

Desde la Conaf estiman que la floración se mantendrá durante gran parte de la primavera, aunque su duración dependerá de factores climáticos y de la humedad del ambiente. Gabriela López precisa que, además de la cantidad de lluvias, influyen elementos como la exposición al sol y la humedad en cada sector del desierto.

El desierto florido no solo deslumbra: también ofrece claves para enfrentar el cambio climático Foto: Noticias Ambientales

Se espera que el Desierto Florido 2025 sea uno de los más extensos de los últimos años, consolidándose como un espectáculo natural emblemático del norte chileno y una oportunidad única para disfrutar de su biodiversidad y del impresionante paisaje atacameño.

Un fenómeno natural con impacto global

El desierto florido no solo deslumbra: también ofrece claves para enfrentar el cambio climático.

La floración de Atacama es más que un espectáculo visual. Es una manifestación de resiliencia ecológica, una oportunidad para educar, investigar y conservar. Y en medio de sus colores fucsia y amarillo, una pequeña flor podría contener la clave genética para asegurar la alimentación del futuro en un planeta cada vez más seco.