“Martillo viviente”: el pequeño pájaro que asombra a la ciencia por su fuerza descomunal

Un reciente estudio científico determinó que el secreto detrás de esta impresionante ave reside en una coordinación muscular y corporal nunca antes observada.
Pájaro carpintero pubescente.
Pájaro carpintero pubescente. Foto: Noticias Ambientales

El pájaro carpintero pubescente (Dryobates pubescens), el más pequeño de América del Norte, desafía lo esperado al golpear la dura corteza de los árboles con una fuerza que multiplica entre 20 y 30 veces su propio peso corporal. Con más de 13 millones de ejemplares adultos distribuidos en el continente, esta especie se ha convertido en objeto de especial atención para la comunidad científica.

Un estudio publicado el 6 de noviembre de 2025 y citado por Smithsonian Magazine confirmó que el secreto de este “martillo viviente” reside en una coordinación muscular y corporal nunca antes observada.

Un análisis biomecánico sin precedentes

En la Universidad de Brown, bajo la dirección de Nicholas Antonson y Matthew Fuxjager, un equipo de investigadores estudió ocho individuos mediante grabaciones de video de alta velocidad y mediciones eléctricas en los músculos de cabeza, cuello, abdomen, cadera, cola y patas.

Además, monitorearon la presión y el flujo de aire en las vías respiratorias de seis aves, que luego fueron liberadas en su entorno natural.

Pájaro carpintero pubescente. Foto: Wikipedia

Los hallazgos muestran que el carpintero pubescente no solo utiliza su pico y cuello: activa una red muscular que abarca desde la cabeza hasta la cola.

  • Los flexores de la cadera y los músculos frontales del cuello impulsan el cuerpo en cada golpe.
  • Los músculos posteriores del cuello y la base del cráneo estabilizan la cabeza.
  • El abdomen y la cola contribuyen al equilibrio y la precisión del movimiento.

Antonson explicó: “Reclutan músculos en la cabeza, el cuello, las caderas, el abdomen y la cola, usando esencialmente todo el cuerpo para forjar un martillo coordinado, con el cuello endurecido en el momento del impacto de manera similar a como ocurre con la muñeca humana al usar un martillo”. Esta pequeña ave puede perforar cortezas con una fuerza descomunal.

El papel de la respiración

El estudio resalta un elemento clave: el componente respiratorio. Los investigadores observaron que, en cada golpe, el ave exhala de manera potente, similar al “gruñido” de los tenistas profesionales al golpear la pelota.

Esta técnica estabiliza el núcleo corporal y amplifica la fuerza del impacto, tanto en aves como en deportistas humanos. Además, el carpintero pubescente ejecuta “mini-respiros” entre picoteos, sincronizando cada inhalación con un golpe, a un ritmo de hasta 13 veces por segundo.

Este patrón no es exclusivo de los carpinteros. Estudios previos indican que las aves cantoras también realizan mini-respiros durante el canto.

El neurocientífico Daniel Tobiansky, del Providence College, señaló que este comportamiento compartido sugiere que el golpeteo de los carpinteros podría estar más relacionado con el canto de lo que se creía:

“Este comportamiento compartido sugiere que [el golpeteo] podría parecerse más al canto de lo que habíamos imaginado”.

Adaptaciones estacionales y supervivencia

La investigación aporta además información sobre los hábitos y la distribución de la especie. El carpintero pubescente es endémico de América del Norte y, en invierno, machos y hembras modifican sus patrones de forrajeo, aumentando la búsqueda de alimento en los árboles.

Esta adaptación estacional resalta la importancia de la coordinación muscular y respiratoria precisa para sobrevivir en condiciones adversas.

Un desafío a la biomecánica animal

Para Matthew Fuxjager, lo más asombroso del carpintero pubescente no es solo la velocidad de sus movimientos, sino la destreza con que integra todos los sistemas de su cuerpo para ejecutar una tarea que, por su escala y complejidad, desafía los límites de la biomecánica animal.

El estudio no solo revela la extraordinaria capacidad de esta pequeña ave, sino que también abre nuevas perspectivas sobre la relación entre respiración, canto y movimiento en las aves, aportando claves para comprender cómo la naturaleza perfecciona mecanismos de fuerza y precisión que inspiran incluso a la ciencia humana.