Impresionante hallazgo en Sudamérica: redescubren un pez considerado extinto hace 20 años

La aparición de esta especie constituye un avance clave para la conservación de especies y humedales en un país que atraviesa una acelerada pérdida de biodiversidad.

Redescubren un pez considerado extinto hace 20 años.
Redescubren un pez considerado extinto hace 20 años. Foto: Noticias Ambientales

Un pequeño pez que se creía extinto volvió a aparecer después de dos décadas sin registros en estado silvestre. Se trata del Moema claudiae, un killifish estacional endémico de Bolivia, cuya presencia fue confirmada por investigadores en abril de 2024.

El hallazgo, divulgado en Nature Conservation, constituye un avance clave para la conservación de especies y humedales en un país que atraviesa una acelerada pérdida de biodiversidad.

El hallazgo en Beni

Los científicos Heinz Arno Drawert y Thomas Otto Litz encontraron una población superviviente de Moema claudiae en un pequeño estanque temporal. Un lugar rodeado de tierras agrícolas en la cuenca del río Mocoví, provincia Marbán, departamento Beni, a unos 100 kilómetros de la localidad tipo original.

Este fue el primer registro de la especie desde la transformación de su hábitat en campos de cultivo, motivo por el cual la UICN la había clasificado como “en peligro crítico” y “posiblemente extinta”.

Redescubren un pez considerado extinto hace 20 años. Foto: Noticias Ambientales

Los investigadores emplearon métodos tradicionales —redes de mano y observación en acuarios temporales— para capturar ejemplares y documentar por primera vez su comportamiento y biología en vivo. Los peces recogidos fueron depositados en la Colección Ictiológica del Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado en Santa Cruz de la Sierra.

Un ecosistema único

El entorno donde apareció el Moema claudiae es un estanque de aguas negras, temporal y poco profundo, con sustrato de hojarasca sobre arcilla y escasa vegetación emergente. Ubicado en la confluencia entre la selva amazónica y las sabanas de los Llanos de Moxos, este sitio alberga una diversidad sorprendente de killifish estacionales.

Los científicos identificaron otras seis especies de rivúlidos en el mismo biotopo. Esto convierte al lugar en el de mayor diversidad genética de killifish estacionales conocida a nivel mundial. Nunca antes se había reportado la coexistencia de siete especies en un solo sitio; la literatura científica solo documentaba hasta cinco compartiendo hábitat en otros continentes.

Estado de conservación y amenazas

Bolivia cuenta con 32 especies de rivúlidos documentadas, de las cuales 19 son endémicas y nueve solo se encuentran en su localidad tipo original. De las 20 especies evaluadas por la UICN, ocho poseen algún grado de amenaza, con Moema claudiae como la única en peligro crítico hasta este hallazgo.

Las principales amenazas incluyen:

  • Deforestación: Bolivia perdió cerca de 10 millones de hectáreas de bosque en 25 años. Solo en 2024 la pérdida superó 1,8 millones de hectáreas, principalmente de bosques primarios.
  • Expansión agroindustrial: promovida por políticas públicas en el oriente boliviano, sigue siendo la causa principal de la degradación ambiental.
  • Alteraciones hidrológicas y contaminación con agroquímicos: que explican la desaparición de muchas poblaciones de killifish.

Voces de los investigadores

“Para mí, es algo especial haber redescubierto Moema claudiae. Esto demuestra que ahora tenemos la oportunidad de preservar esta especie en su hábitat natural”, expresó Thomas Otto Litz, quien recordó que el pez fue nombrado en honor a Claudia, esposa del profesor Wilson Costa.

Por su parte, Heinz Arno Drawert advirtió: “Sin una acción rápida y efectiva para detener la expansión irracional de la frontera agrícola en las tierras bajas de Bolivia, corremos el riesgo de perder algunos de los ecosistemas más importantes del mundo y, con ellos, los bienes y servicios irremplazables que proporcionan”.

El redescubrimiento de este pez devuelve la esperanza para una especie considerada extinta. También pone en evidencia la riqueza oculta de los humedales estacionales bolivianos. Proteger estos ecosistemas resulta esencial para la supervivencia de especies únicas y para mantener los servicios ambientales que sostienen el bienestar y desarrollo regional.