Estudio revelador: afirman que el aumento del calor en la Tierra esta relacionado con los cambios en las nubes

Los investigadores concluyeron en que el planeta acumula cada vez más calor no por la reducción de aerosoles contaminantes, como se pensaba, sino por cambios en la reflectividad de las nubes y una mayor absorción de radiación solar. El papel de los aerosoles.

El aumento del calor en la Tierra esta relacionado con los cambios en las nubes.
El aumento del calor en la Tierra esta relacionado con los cambios en las nubes. Foto: Pixabay.

Un reciente estudio publicado en la revista Science Advances, realizado por investigadores de la Rosenstiel School of Marine, Atmospheric, and Earth Science de la Universidad de Miami, aporta nueva evidencia sobre el aumento del calor en la Tierra y sus causas. El trabajo concluye que el planeta acumula cada vez más calor no por la reducción de aerosoles contaminantes, como se pensaba, sino por cambios en la reflectividad de las nubes y una mayor absorción de radiación solar.

¿Qué es el desequilibrio energético de la Tierra?

Este parámetro mide la diferencia entre la energía solar que el planeta absorbe y la que devuelve al espacio. Es un indicador clave para comprender la evolución del clima y el ritmo al que se acumula calor en el sistema climático.

Entre 2003 y 2023, los datos muestran que la Tierra acumuló alrededor de 0,51 vatios más por metro cuadrado cada década, lo que significa que el planeta absorbe más energía de la que libera. La radiación térmica emitida apenas cambió, lo que refuerza la idea de que el aumento proviene de una mayor entrada de luz solar.

Nube. Foto: Unsplash

El papel de los aerosoles

Tradicionalmente, los científicos habían atribuido parte del aumento del desequilibrio energético a la reducción de aerosoles y sus pequeñas partículas en suspensión que provienen de fuentes naturales y humanas. Estas partículas reflejan la luz solar y favorecen la formación de nubes, reduciendo la energía atrapada en el sistema climático.

Sin embargo, el estudio concluye que en los últimos años su impacto fue prácticamente nulo. Los investigadores analizaron dos tipos de mediciones:

  • Un índice de aerosoles obtenido por satélites, que mide cantidad y tamaño de partículas.
  • La concentración de sulfato, calculada a partir de modelos atmosféricos.

Ambos métodos coincidieron en un patrón: disminución de aerosoles en el hemisferio norte y aumento en el hemisferio sur. Esto generó una compensación hemisférica que neutralizó el efecto global.

Aerosol. Foto: Freepik

Eventos naturales y compensación hemisférica

En el hemisferio norte, la reducción de aerosoles se debió principalmente a leyes ambientales que mejoraron la calidad del aire en zonas industrializadas. En el hemisferio sur, en cambio, eventos naturales como los incendios forestales en Australia (2019-2020) y la erupción del volcán Hunga Tonga–Hunga Ha’apai (2022) liberaron grandes cantidades de partículas a la atmósfera.

Este “acto de equilibrio” hemisférico explica por qué los aerosoles no tuvieron un impacto significativo en el aumento del desequilibrio energético global.

Los verdaderos motores del calentamiento

Los autores del estudio, entre ellos Brian Soden y Chanyoung Park, destacan que la atención debe centrarse en los cambios en el comportamiento de las nubes y en la variabilidad climática natural. La evidencia acumulada indica que las interacciones entre aerosoles y radiación o entre aerosoles y nubes han tenido una contribución insignificante en las tendencias recientes.

Park subrayó que esta claridad favorece una mejor planificación climática y decisiones políticas más informadas: “Si bien el hemisferio norte puede experimentar cierto calentamiento regional por la reducción de aerosoles, esto no se traduce en un impacto global significativo”.

Implicancias para la ciencia y las políticas climáticas

El estudio advierte que los modelos climáticos deben incorporar con mayor precisión las fuentes naturales de aerosoles y su variabilidad, para evitar sobrestimar el papel de la contaminación del aire en el calentamiento global.

La conclusión principal es que el aumento del desequilibrio energético terrestre se explica en mayor medida por la reducción en la reflectividad de las nubes y la mayor absorción de radiación solar, más que por los aerosoles.

Este hallazgo redefine la comprensión del calentamiento global y plantea nuevos retos para la investigación climática. La clave está en estudiar cómo los cambios en las nubes reflejan o absorben energía solar, y cómo la variabilidad natural del clima influye en este proceso.

Cada avance en la medición y análisis del desequilibrio energético de la Tierra permite mejorar la comunicación pública, la planificación climática y las políticas ambientales, en un contexto donde comprender las verdaderas fuerzas detrás del calentamiento es esencial para enfrentar el futuro.