Volvieron los cibers: qué es el Arena Pro Gaming Club, el club gamer furor en CABA
Un espacio que combina tecnología de punta, comunidad y cultura gamer. Arena Pro Gaming Club propone revivir la esencia de gamer en un formato premium y social.

Hablar de los cibers puede parecer un ejercicio de la memoria, pero una propuesta inédita en la Ciudad de Buenos Aires puede recuperarlos del olvido y traerlos al presente. Se trata del Arena Pro Gaming Club, el parque de realidad virtual más grande del país. El espacio propone una experiencia de gaming profesional inspirada en los modelos más modernos de Europa y Asia, y recuerda a las épocas de aquellos complejos que se atestaban de jóvenes buscando juegos clásicos como los antiguos GTA o el Counter Strike 1.6.
“Un Gaming Lounge de alto rendimiento", así lo define Nina Gilmizyanova, la fundadora y gerente de marketing del Arena Pro, ubicado frente al Shopping Abasto, en el piso 3 de VR Arena.
El complejo abrió sus puertas en noviembre de 2024, y rápidamente se convirtió en uno de los centros de entretenimiento tecnológico más innovadores e importantes de Buenos Aires. Se trata de 350 metros cuadrados en los que se erige un club gamer con una inversión de más de 200 mil dólares, con máquinas de última generación y un enfoque al universo del gaming tanto en sus facetas competitivas y como en su costado social.

El objetivo del lugar es llevar a otro nivel la experiencia de juego. Para eso, cuenta con PCs con hardware avanzado, monitores de alta frecuencia y estaciones de gaming pensadas para entrenamiento individual o por equipos.
“El diferencial está en la curaduría del espacio y en el enfoque en la calidad técnica, más que en el servicio tradicional de alquiler de computadoras”, explicó Gilmizyanova.
El espacio cuenta con 55 puestos de juego simultáneos y una capacidad total para unas 60 personas. El equipamiento de las máquinas incluye procesadores AMD Ryzen 7 7800X3D, placas NVIDIA RTX 4070 SUPER, 32 GB de memoria DDR5 y monitores de 310 Hz, una configuración similar a la que utilizan centros de entrenamiento de eSports en mercados más desarrollados. Entre los títulos disponibles para jugar, hay shooters, MOBAs, RPGs, simuladores y juegos cooperativos.
La generación sin espacios
El innovador espacio presenta una novedad más allá de sus dispositivos tecnológicos. Se trata de un intento por volcar la actividad del gaming, privada y a distancia, a un ámbito público y social. Los Gaming Lounge son tendencia en ciudades como Seúl, Nueva York, Berlín o Moscú.

Para los jóvenes que atravesaron la pandemia, y sus espacios de sociabilidad son virtuales y digitales, el encuentro presencial con pares para jugar puede resultar una novedosa propuesta, más allá de que se ancle sobre las bases del cíber, cuyo clímax de popularidad fue en la década de los 2000.
“Observamos la forma en que estos espacios funcionan en mercados más desarrollados como lugares de encuentro, entrenamiento y cultura gamer y adoptamos esos principios", explica Gilmizyanova. “La adaptación local tiene que ver con accesibilidad, actividades comunitarias y servicios orientados a un público amplio que combina jugadores competitivos con grupos de amigos y familias”, agrega.
Según los datos del propio club, la hora en la sala de gaming cuesta unos siete mil pesos para computadoras y ocho mil por consolas. Además, tiene descuentos especiales, packs de tiempo y membresías mensuales, que abaratan el acceso al salón.
Sacar al gaming del hogar y llevarlo a espacios físicos especializados es la propuesta clave del espacio. Un club gamer que combina alto rendimiento, comunidad y encuentro social. Nina Gilmizyanova concluye que “el mercado gamer local todavía es mayormente domiciliario, pero hay un potencial enorme en espacios como este”

















