El truco casero para limpiar el ventilador de tu casa sin desarmarlo y con pocos elementos
Los expertos en ventilación explican que la suciedad acumulada funciona como una barrera que absorbe calor y frena el movimiento del aire. Por este motivo, al limpiarlo, vuelve a trabajar con mayor fluidez y frescura.

En épocas de calor y altas temperaturas, el ventilador vuelve a ser un gran aliado para refrescar la casa. Sin embargo, con el desuso o paso del tiempo, suele acumular polvo en las aspas o la rejilla, afectando su funcionamiento.
Frente a este panorama, existe un truco casero que permite limpiarlo sin necesidad de abrir ni desarmar ninguna parte y con pocos elementos para alargar su vida útil y lograr un aire más fresco sin suciedad.
Sin desarmar el aparato ni tocar ningún tornillo, en apenas 30 segundos, hay que pasar un paño apenas húmedo con agua fría por la rejilla frontal para sacar la capa de polvo que se pega con el uso diario y que hace que el aire salga más caliente y pesado.

Los expertos en ventilación explican que esa suciedad funciona como una barrera que absorbe calor y frena el movimiento del aire. Por este motivo, al limpiarlo, vuelve a trabajar con mayor fluidez y frescura.
Para potenciar el truco, muchas personas suelen pasar otra vez el paño, pero bien frío o incluso envuelto en hielo sobre la rejilla. Esto enfría el metal y hace que, durante los primeros minutos, el ventilador largue un aire notablemente más fresco.
Otro tip útil es revisar la parte trasera del ventilador. Allí, con el mismo paño húmedo se puede limpiar dicha zona y ayudar a que el motor respire mejor, evitando que se recaliente y mejorando el rendimiento general.

Además del truco principal, existen otros métodos como: colocar un recipiente con hielo o una botella congelada delante del flujo de aire para generar una sensación similar a la de un aire acondicionado casero, bajar cortinas o persianas en las horas de sol fuerte y evitar que muebles o paredes bloqueen la salida del aire.
Cinco recomendaciones para quitar la suciedad del ventilador
- Desenchúfalo y desármalo: antes de empezar, asegúrate de que el ventilador esté desconectado. Si podés, retirá la rejilla y las aspas para limpiar mejor cada parte.
- Aire o brocha para el polvo suelto: usá una brocha, pincel viejo o incluso un secador de pelo en aire frío para quitar el polvo acumulado sin esparcirlo demasiado.
- Agua tibia con detergente: lavá la rejilla y las aspas con agua tibia y unas gotas de detergente. Utilizá una esponja o cepillo suave para remover la suciedad pegada.
- Vinagre para grasa y manchas difíciles: mezclá partes iguales de agua y vinagre blanco. Humedecé un trapo y pásalo por las partes más sucias para desinfectar y eliminar grasa.
- Secado completo antes de armar: secá bien todas las piezas con un paño limpio y déjalas al aire unos minutos. Nunca lo armes ni enchufes si aún está húmedo.














