Tips de verano: cuál es el secreto mejor guardado para que la piel no se pele

Las vacaciones son un momento de descanso y disfrute bajo el sol en escapadas a la playa o a la pileta. Sin importar el destino, es importante saber que la exposición al sol de forma prolongada puede dañar severamente nuestra piel.
Aunque a muchos les gusta tener la piel bronceada y estar bajo el sol, es fundamental tomar precauciones. En caso contrario, podemos generar la estimulación de nuestra piel de forma incorrecta y empezar a “pelarnos” tras padecer las quemaduras.

Cuidar la piel es necesario para la salud. Fuente: Pexels
Según la dermatóloga Natalie Curcio de la Universidad de Nashville, la piel reacciona ante las quemaduras solares y genera una lesión principalmente por la radiación ultravioleta B del sol. Esto ocurre cuando la piel no puede defenderse de la exposición excesiva de estos rayos UV y provoca una reacción tóxica.
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Según indicó la doctora, la severidad de la quemadura dependerá del tipo de piel (las personas de piel clara son más vulnerables) y la cantidad de exposición al sol, sobre todo en horas del mediodía.
Curcio indicó que hay dos tipos de quemaduras del sol: las de primer y segundo grado. Las primeras, son superficiales y afectan solo a la epidermis, causando dolor y enrojecimiento, pero suelen sanar a los pocos días.
Por otro lado, las quemaduras de segundo grado son más graves ya que pueden causar hinchazón y la formación de ampollas, ya que dañan la dermis, la capa más profunda de la piel. Este tipo de quemaduras es más doloroso y tardará más en sanar y preferentemente deben tener un seguimiento médico.

Usar protector solar evitará la descamación de la piel. Fuente: Pexels
S.O.S verano: qué hacer cuando se nos pela la piel
Cuando la piel empieza a pelarse es una señal de que el cuerpo está eliminando las células dañadas por el sol y, para aliviar la incomodidad, es recomendable seguir los cuidados clásicos de una quemadura solar.
- Salir del sol y tratar la quemadura tan pronto como sea.
- Tomá duchas o baños fríos para aliviar el dolor.
- Usá analgésicos como ibuprofeno o aspirina.
- Hidratá la piel con productos a base de aloe vera o soja.
- Evitá las cremas con petróleo o aceite, ya que pueden atrapar el calor y empeorar la quemadura.
- Aumentá tu ingesta de agua para prevenir la deshidratación.
La Dra. Curcio no recomienda exfoliar la piel quemada para eliminar las células muertas ya que puede causar otras lesiones. Lo mejor es dejar que la piel se renueve de forma natural y proteger del sol la “piel nueva”, ya que es más sensible.