Ejercicio durante el embarazo, salud para la madre y el bebé: cómo practicarlo de forma correcta

Ejercicio durante el embarazo. Foto Unsplash

Durante mucho tiempo se ha creído erróneamente que hacer ejercicio durante el embarazo podía ser perjudicial, tanto para la madre como para el bebé. Sin embargo, esta creencia ha sido superada: hoy se sabe que mantenerse en movimiento aporta múltiples beneficios para la salud de ambos. Eso sí, es fundamental contar con una rutina de ejercicios bien planificada y con la supervisión de profesionales.

En ese contexto, las nuevas recomendaciones subrayan la importancia de mantener la actividad física, adaptándola a cada etapa del embarazo. Es importante tener en cuenta que el ejercicio ayuda a regular el peso y puede prevenir problemas como la diabetes gestacional o la hipertensión.

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¿Por qué seguir haciendo ejercicio durante el embarazo?

Un estudio publicado en British Journal of Sports Medicine demuestra los diversos beneficios para la salud de la actividad física moderada durante el embarazo. En primer lugar, ayuda al control del peso, manteniéndolo dentro de los rangos saludables, lo que reduce el riesgo de obesidad tras el parto. También disminuye las probabilidades de desarrollar diabetes gestacional, ya que mejora la sensibilidad a la insulina y regula el azúcar en sangre.

Ejercicio durante el embarazo. Foto Unsplash

Además, el mismo estudio afirma que el ejercicio ayuda a prevenir la preeclampsia, ya que mejora la salud de los vasos sanguíneos y reduce la presión arterial. Las mujeres activas también tienen menos riesgo de necesitar cesáreas o partos instrumentales. Estar en forma ayuda a tolerar mejor el esfuerzo del parto y a recuperarse más rápido.

Por otro lado, la actividad física durante el embarazo también ayuda a reducir los casos de macrosomía fetal, es decir, bebés que nacen con un peso excesivo, lo cual puede dificultar el parto. Además, moverse con regularidad mejora el bienestar emocional de la gestante, ya que disminuye la ansiedad y la depresión, y contribuye a una mejor calidad de vida.

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Cómo moverse durante la gestación

El mejor momento para comenzar a hacer ejercicio es en el primer trimestre, siempre que un profesional lo apruebe, según cómo se encuentre la madre. Las recomendaciones del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos indican al menos 150 minutos semanales de actividad moderada. Esto equivale a unos 30 minutos al día, cinco días a la semana.

Se puede caminar, realizar actividad en el medio acuático, usar la bicicleta estática o hacer ejercicios de bajo impacto. También son útiles los estiramientos, el trabajo de fuerza suave y prácticas como el yoga prenatal. Es fundamental evitar deportes con riesgo de caídas o golpes en el abdomen.

Ejercicio durante el embarazo. Foto Unsplash

A partir del segundo trimestre, no se recomienda hacer ejercicio tumbada boca arriba, ya que puede afectar la circulación. También es importante hidratarse bien y evitar el calor excesivo.

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Aspectos fisiológicos específicos a tener en cuenta

El embarazo implica una serie de transformaciones fisiológicas que afectan al funcionamiento del cuerpo. Uno de los principales cambios es que el corazón trabaja más. El gasto cardíaco puede aumentar hasta un 50 % para cubrir las necesidades del bebé y de la madre. Esto significa que el sistema circulatorio se esfuerza más, incluso en reposo. También se respira más rápido, por lo que normal sentir algo de fatiga al hacer ejercicio aunque sea suave.

Otro cambio importante es la acción de una hormona llamada relaxina. Esta sustancia aumenta la elasticidad de la embarazada, preparando el cuerpo para el parto, pero también puede incrementar el riesgo de lesiones si se hace ejercicio intenso o mal controlado.

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Impacto en el tipo de parto y en el bebé

Por otro lado, un estudio liderado por la investigadora Mª José Aguilar Cordero de la Universidad de Granada mostró que la inactividad física durante el embarazo se asocia con mayor riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer y necesidad de ingreso en cuidados intensivos neonatales.

Realizar actividad física durante el embarazo tiene múltiples beneficios. Foto: Pixabay.

Lejos de ser un riesgo, el ejercicio durante el embarazo es una herramienta poderosa para cuidar la salud de la madre y el bebé. Ayuda a controlar el peso, prevenir complicaciones y mejorar el bienestar físico y emocional. Con acompañamiento profesional, moverse es apostar por un embarazo más saludable.