Hallazgo histórico: descubren una nueva luna que acompaña a la Tierra desde la década de 1960
Se trata de PN7 descubierta por el Observatorio Pan-STARRS de Hawái. Cómo es y cuál es su importancia.
La ciencia descubrió una nueva cuasi-luna que orbita junto a la Tierra en su viaje alrededor del Sol. Esta misteriosa roca espacial tiene solo el tamaño de un edificio y acompaña a nuestro planeta hace décadas.
Se trata de PN7, una cuasi-luna que, aunque comparte la órbita de la Tierra desde la década de 1960, recién fue descubierta en agosto de este año Fue el Observatorio Pan-STARRS de Hawái el que identificó la ahora séptima cuasi-luna conocida del planeta.
En realidad, estos objetos orbitan alrededor del Sol, pero su trayectoria en bucle hace que parezca que están orbitando la Tierra.

Qué son las cuasi-lunas
Las cuasi-lunas entran y salen de una órbita compartida con la Tierra por casualidad gravitacional.
Estos pequeños cuerpos experimentan diminutas fuerzas de atracción gravitatoria de nuestro planeta, aunque no son capturados completamente por él.
PN7 se sincronizó con la Tierra a mediados de la década de 1960, antes de que los primeros humanos pisaran la Luna. Los científicos predicen que este objeto entrará en una órbita diferente alrededor del Sol en 2083.
Las cuasi-lunas descubiertas hasta ahora presentan las siguientes características:
- Tamaños que oscilan entre 9 y 300 metros de diámetro
- Duraciones variables en su configuración orbital con la Tierra
- Órbitas que se deslizan por delante o detrás del planeta
- Solo visibles con potentes telescopios especializados
Las diferencias entre las cuasi-lunas y las mini lunas
A diferencia de las mini-lunas, las cuasi-lunas son realmente capturadas por la gravedad de la Tierra. Estas rocas orbitan el planeta temporalmente, generalmente durante menos de un año, antes de liberarse.
Hasta ahora, los astrónomos solo han observado cuatro mini lunas. La última, del tamaño aproximado de un autobús escolar, abandonó la Tierra el año pasado tras unos meses en órbita.
Grigori Fedorets, astrónomo de la Universidad de Turku en Finlandia, señala que la mayoría de las mini lunas son “bastante pequeñas, como rocas”, lo que las hace difíciles de detectar.
Origen y futuras investigaciones
Los científicos aún investigan el origen de estos visitantes ocasionales. Podrían ser asteroides cercanos a la Tierra que Júpiter empujó hacia el interior del Sistema Solar, o fragmentos de nuestra Luna arrancados por colisiones.
Cuando Sharkey y sus colegas estudiaron la cuasi-luna Kamo’oalewa, descubrieron que su composición parecía “más parecida a la de la Luna que cualquier otro asteroide que hayamos observado antes”.
China envió una misión que llegará a Kamo’oalewa el próximo verano. La sonda recogerá fragmentos rocosos de esta cuasi-luna para análisis, lo que podría ayudar a determinar sus orígenes.
Los nuevos telescopios, en particular el Observatorio Vera C. Rubin, prometen detectar más objetos similares en el futuro cercano.

















