Día del Militante, un acto profundo de vocación social

Cuando los ideales y los sueños son dejados de lado la militancia adquiere una relevancia especial. Cumplir con esta noble vocación se hace cada vez más difícil frente a las voces que se alzan para desprestigiar y desmerecer la actividad política.
Juan Domingo Perón, 17 de octubre de 1945, peronismo
Juan Domingo Perón, 17 de octubre de 1945, peronismo

Hoy, se conmemoró el Día del Militante en conmemoración de una fecha emblemática por su significado histórico: el 17 de noviembre de 1972 regresaba a la Patria el General Juan Domingo Perón tras 18 años de exilio.

Este recuerdo permite reflexionar sobre el sentido de la militancia en momentos tan difíciles para nuestro Movimiento, en los que debemos realizar una profunda autocrítica para volver a concitar el apoyo mayoritario del pueblo argentino y volver al poder para llevar adelante las ideas del Justicialismo.

Juan Domingo Perón, presidente de Argentina, discurso, Foto Google
Juan Domingo Perón, presidente de Argentina, discurso, Foto Google

Cuando los ideales y los sueños son dejados de lado la militancia adquiere una relevancia especial. Cumplir con esta noble vocación se hace cada vez más difícil frente a las voces que se alzan para desprestigiar y desmerecer la actividad política. En este escenario, la militancia enfrenta mayores escollos y no siempre es reconocida en toda su dimensión. La tarea del militante es pura entrega y por eso mismo es un acto profundo de vocación social.

Son horas robadas al descanso y a la familia, son sinsabores y sacrificios que corren detrás de utopías y sueños de dignidad, justicia e igualdad. Si no se lleva dentro esa llama sagrada, esa rebeldía contra las injusticias, esa voluntad de cambio, nunca podrá entender los anhelos de quienes militan en política.

Esta digna tarea se ve a veces manchada por quienes diciéndose militantes políticos priorizan intereses personales por sobre el bien común. No obstante, la deslealtad de algunos no empaña la enorme labor de la gran mayoría de los hombres y mujeres que ofrendan tiempo y trabajo en beneficio del pueblo.

El Peronismo se ha hecho grande por la cantidad y calidad de sus militantes, quienes muchas veces ofrendaron hasta su propia vida por amor a la causa de una Patria más justa.

Quienes nos consideramos militantes siempre tendremos el desafío de darle un sentido profundamente social y humano a la política, para que nunca falte una mano solidaria que pelee contra la marginalidad, la pobreza y la injusticia, tal como lo soñó y lo practicó aquella gran militante que fue Evita.