Cuestión de química: ¿por qué algunas personas nos atraen y otra no?
¿Por qué algunas personas nos atraen y otras nos resultan absolutamente indiferentes? ¿Por qué “tropezamos” dos veces o más con el mismo tipo de persona? ¿Por qué surge el romance y la pasión en unas ocasiones y en otras no se produce por más que nos parezca atractiva? La respuesta a todas esa preguntas se llama “Química”. Te puede llevar a los niveles de amor y pasión que nunca imaginaste con esa persona o te puede hacer abandonar la batalla en el primer encuentro.
Palabra con fuerza
QUÍ-MI-CA: Los especialistas la definen de diferentes formas, algunos como “expresión sublime de amor, atracción o deseo”; otros como “las feromonas que conectan a las personas con las reacciones fisiológicas”; o “estado altísimo de elevación donde los cuerpos emanan hormonas y químicos”; por mencionar algunos.
Lo cierto es que cualquiera que sea su definición más acertada; las famosas feromonas parecen tener parte importante de culpa en que nos volvamos locas por ciertas personas. La química se manifiesta de manera abstracta; a través del olor propio de la persona, del tacto, de su sudor; y lo más curioso es que no tiene nada que ver con la higiene o hábitos de limpieza de la persona; para cada quien hay un sabor y un olor: agridulce, salado, ácido; sea cual sea, nos atrae y punto.
Ingrediente indispensable
“No se te ocurra casarte con alguien con quien no tengas química”; aconsejan muchos. La persona con la que vamos a estar nos tiene que gustar mucho de primera entrada; es decir “esforzarse” para que nos agrade no nos llevará a buen puerto, ya que tarde o temprano te absorberá la duda inicial y se derrumbará lo construido.
El mito de que las cosas pueden mejorar con el tiempo no es verdad. Hay muchas parejas que se sienten atraídas aunque no lo suficiente para casarse; pero se “autoconvencen” de que con el tiempo los sentimientos crecerán y eso no es así.
El problema es que no todas las personas ponen atención a este ingrediente indispensable y se embarcan en una relación por los motivos equivocados; ya sea por el dinero, protección, compañía, comodidad, status, “libertad”, sentido de vida, aburrimiento, etc; pero para nadie es un secreto que esas “parejas por conveniencia” están destinadas al fracaso, salvo que alguno de los dos, o ambos, conciente o inconcientemente, reconozcan el motivo errado por el que están ahí y decidan mantenerse; aunque en el fondo sepan que no son del todo felices.
Sintonía sexual ante todo
Todos los sentimientos relacionados con la química entre dos personas desencadenan en la pasión sexual; para eso fue creada y para eso es que se utiliza. Pero si estos sentimientos llegan a desaparecer o se disminuyen sustancialmente; se convierte en una verdadera carga para los que la sufren; porque ante eso, es poco lo que se puede hacer; “No soporto que me toque o que me diga cosas sexys”; “Me estorba su olor, su tono de voz, su manera de besarme.”, por decir algunos.
Por ello, la química hay que cuidarla y alimentarla; lograr sintonía con la otra persona no es fácil muchas veces, pero hay que darle su lugar y su valor. Mantener la chispa y sentido del humor para no caer en rutinas “mata pasiones” es indispensable para una relación sana.
Conocer qué tipo de personalidad tenemos a nivel amoroso y sexual, y sobretodo que buscamos en nuestra pareja, es imprescindible para comprender la naturaleza de la atracción que buscamos. Ejemplo: Si te gustan las personas alegres, simpáticas y deshinibidas no te confundas creyendo que tu novia actual callada y mesurada sacará su “otro yo” solo para ti. Por eso define tu perfil y proyéctalo, así atraerás la química de la persona apropiada para ti.
Fuente: wwwsaborysalud.com