Monóxido de carbono, el enemigo silencioso de cada invierno: cuáles son los signos de alerta y cómo prevenirlo

Las bajas temperaturas que atraviesa nuestro país hacen que el uso de las estufas y todo tipo de calentadores se multiplique. Pero si bien la amplia mayoría tiene válvulas de seguridad, de todos modos es necesario tomar ciertos recaudos para no sufrir letales consecuencias por la intoxicación con monóxido de carbono.
Siempre cuando se vuelve a usar una estufa que estuvo mucho tiempo en desuso es conveniente hacerla revisar. De todos modos, mantener un ambiente ventilado puede ser la clave para evitar intoxicaciones.
Consejos para evitar la intoxicación con monóxido de carbono
El envenenamiento con monóxido de carbono puede ser algo más común de lo que se imagina. Esta sustancia -enemiga silenciosa- no puede ni verse, ni olerse, ni sentirse. Por ello es que resulta tan peligrosa en ambientes cerrados.
Cada año se escuchan lamentables noticias sobre la muerte de personas víctimas del monóxido de carbono. Por ello es tan importante percatarse de no estar respirándolo de manera accidentada.
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Síntomas de intoxicación por monóxido de carbono
Entre los principales síntomas están: dolor de cabeza, mareos, somnolencia, debilidad, cansancio, náuseas/vómitos, pérdida del conocimiento y/o convulsiones, palpitaciones, dolor de pecho.
El punto más extremo es la posibilidad de sufrir un paro cardiorrespiratorio.
Frente a una situación así, se recomienda trasladar a la persona de inmediato a un lugar donde pueda respirar aire fresco y llamar a emergencias (107) o ir al centro de salud más cercano.

En definitiva, si se quiere prevenir esta situación acuciante, hay que hacer lo siguiente:
- En lugares cerrados, mantener siempre una ventana abierta. Al menos, 5 centímetros.
- Revisar una vez por año los artefactos de combustión de la casa con un gasista matriculado. Hacerlo preferentemente durante el invierno, cuando más se utilizan esos artefactos.
- Limpiar las hornallas para que los alimentos no obstruyan los quemadores y generen una mala combustión. Y chequear que la llama de gas sea azul. Si es amarilla o anaranjada, puede haber presencia de monóxido de carbono.
- Si se cuenta con red de gas natural, en las habitaciones las estufas deben ser de tiro balanceado.
- Si se usa gas envasado, como garrafa o cilindro, la ventilación de la habitación debe estar a la altura de los pies.
- No instalar calefones o estufas en baños o espacios cerrados.
- Si se cuenta con un detector de monóxido de carbono instalado, chequear que siempre esté activo.