No es calidad ni decoración: el verdadero motivo del hueco en las botellas de vino

El vino es una de las bebidas más apreciadas en todo el mundo, no solo por su sabor y variedad, sino también por la historia y la tradición que lo rodean. Cada detalle en su elaboración y presentación tiene un propósito, incluso aquellos que pasan desapercibidos, como el característico hueco en la base de las botellas.
Aunque muchos creen que se trata de un detalle estético o un indicador de calidad, lo cierto es que este hueco cumple varias funciones prácticas que benefician tanto a los productores como a quienes disfrutan del vino.

Para qué sirve el hueco o hendidura en la base de las botellas de vino
También conocido como “punt” en inglés, este detalle cumple un rol clave en la conservación y el servicio del vino. En los vinos añejos, donde los sedimentos se forman de manera natural con el paso del tiempo, la concavidad en la base de la botella cumple un rol clave: permite que esos residuos se depositen en una zona más estrecha, reduciendo así la posibilidad de que se mezclen con el vino al momento de servirlo.
Además de esta función, el llamado “punt” también refuerza la estructura de la botella, facilita el agarre durante el servicio y aporta estabilidad en las líneas de embotellado, ya que encaja mejor en las cintas transportadoras. Aunque en la actualidad muchas botellas lo conservan por una cuestión estética o tradicional, su origen es estrictamente funcional.
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Cuál es su origen
El diseño con base cóncava tiene su origen en el siglo IV, cuando los artesanos sopladores de vidrio moldeaban manualmente las botellas. Como en aquella época las técnicas no permitían crear fondos completamente planos, se optaba por hacer una hendidura en la base para dar mayor estabilidad a los envases.
¿Por qué varían los colores de las botellas de vino?
El color de las botellas de vino no es un detalle menor, y suele responder a dos razones principales. La primera es la protección contra la luz: tanto la luz solar como la artificial (especialmente los rayos UV) pueden afectar negativamente el sabor y la calidad del vino, por lo que los vidrios oscuros ayudan a preservar mejor el producto.

La segunda razón es la identificación visual, ya que ciertos colores se asocian con tipos de vino específicos o con determinadas regiones de origen, lo que facilita su reconocimiento en góndolas y cavas.