Opinión de German Luis Kammerath: "Argentina, capital mundial de la Antártida"

Primer país sede de la Secretaría Ejecutiva del Tratado Antártico y pionero en cooperación científica y logística internacional.
La Comisión Nacional de Energía Atómica instala sistemas de energía solar en la Antártida Argentina. Foto argentina.gob.ar
La Comisión Nacional de Energía Atómica instala sistemas de energía solar en la Antártida Argentina. Foto argentina.gob.ar

German Luis Kammerath, ex Intendente de la Ciudad de Córdoba, Diputado Provincial, Diputado Nacional y Vicegobernador de dicha provincia, brindó su opinión en ReporteAsia sobre Argentina y su rol en la Antártida.

La Antártida ha sido para la Argentina no sólo un espacio geográfico, sino una proyección moral y estratégica. Desde las primeras expediciones argentinas en el siglo XIX hasta la consolidación de la presencia logística, científica y diplomática en el siglo XXI, la política antártica se ha mantenido como una rara constante de Estado. No obstante, hay momentos cruciales que marcaron inflexiones históricas y reafirmaron el liderazgo argentino en el continente blanco. Tres presidentes encarnaron esa visión en su tiempo: Julio Argentino Roca, Arturo Frondizi y Carlos Menem.

Roca y la fundación del Estado Bicontinental

El presidente Julio Argentino Roca tuvo el mérito de institucionalizar el primer acto de soberanía efectiva en la Antártida al aceptar, el 22 de febrero de 1904, la cesión del Observatorio Meteorológico de las Orcadas del Sur, por parte del científico escocés William Speirs Bruce. Aquel acto fundacional convirtió a la Argentina en el primer país con presencia permanente en la región.

No fue una casualidad: Roca comprendió que la proyección austral de la nación requería presencia, ciencia, comunicación y salvataje. El rescate humanitario y heroico de la expedición sueca de Nordenskjöld por parte del ARA Uruguay de Argentina, al mando del teniente Julián Irízar, un verdadero héroe antártico, es hoy una gesta legendaria, precursora del rol humanitario y cooperativo que Argentina supo jugar en ese continente.

Frondizi y la visión diplomática de la cooperación internacional

El segundo gran hito ocurrió durante el gobierno del presidente Arturo Frondizi. Fue el primer jefe de Estado del mundo en pisar territorio antártico, hecho que ocurrió el 8 de marzo de 1961 en la Base Decepción. Su discurso desde allí, transmitido por la Cadena Nacional de Radio de Argentina, inauguró una visión moderna del continente: un espacio de ciencia, paz y cooperación.

El Presidente Arturo Frondizi dirige un mensaje al País y al Mundo por la Cadena Nacional de Radios
El Presidente Arturo Frondizi dirige un mensaje al País y al Mundo por la Cadena Nacional de Radios

Dos años antes, Frondizi había sido uno de los principales impulsores del Tratado Antártico, firmado el 1 de diciembre de 1959 y vigente desde 1961. Argentina participó desde el inicio con un enfoque claro: prohibir actividades militares, detonaciones nucleares y eliminación de desechos radiactivos. Fue un acto de vanguardia en una época signada por la Guerra Fría.

Menem: de la diplomacia de Estado a la infraestructura científica

Carlos Menem no sólo continuó esta línea, sino que la proyectó a nivel institucional y logístico. Fue el segundo presidente argentino en visitar la Antártida y el primero en promover el consenso internacional con éxito para que Buenos Aires se convirtiera en Sede Permanente de la Secretaría del Tratado Antártico, logro recién alcanzado en 2001 tras una década de gestiones diplomáticas que incluyeron acuerdos con potencias como Reino Unido, Estados Unidos, Rusia y China. La Cumbre Tony Blair-Carlos Menem en el N° 10 de Downing Street, sede del Primer Ministro Británico, el 29 de octubre de 1998 fue un encuentro cordial y crucial, ya que allí Blair se comprometió a la no objeción a la candidatura de Buenos Aires como sede. Diplomacia de alto nivel.

Tony Blair, Primer Ministro del Reino Unido y Carlos Menem Presidente de Argentina
Tony Blair, Primer Ministro del Reino Unido y Carlos Menem Presidente de Argentina

Pero el legado de Menem no fue sólo simbólico o diplomático. En 1990 firmó el Decreto 2316, que definió la Política Nacional Antártica. Bajo su mandato, y como parte de esa estrategia, se lanzó el Plan de Infraestructura de las Telecomunicaciones Antárticas, que transformó la conectividad en las bases argentinas. Marambio y Esperanza fueron pioneras mundiales en telefonía móvil en el continente, superando incluso a las bases de potencias tecnológicas. Menem había encomendado la política antártica a un verdadero héroe nacional, el General Jorge Leal, primer argentino que llegó caminando al Polo Sur, símbolo icónico del continente blanco.

Polo logístico y proyección tecnológica

La Argentina no sólo investiga: brinda soporte. La base argentina Petrel, reconstruida y ampliada, se perfila como nodo logístico antártico multipropósito. Y a futuro, el país proyecta una iniciativa ambiciosa: el tendido de un cable submarino de fibra óptica hasta el continente blanco, particularmente hacia la Isla 25 de Mayo (Rey Jorge), donde confluyen bases científicas de diversas naciones. El Grupo Datco, un grupo multinacional de capitales argentinos ha presentado ante las autoridades la prefactibilidad de este proyecto que posicionaría a Argentina como un país cooperador y colaborador de las otras naciones allí presentes.

Esa obra estratégica no sólo mejorariá la conectividad científica en tiempo real, sino que afianzariá el papel de Argentina como proveedor de servicios logísticos y de cooperación internacional. La Isla 25 de Mayo, centro neurálgico de presencia internacional en la Antártida, se transformaría en un modelo de acceso compartido al conocimiento y a la ciencia.

Además, Argentina fue pionera en múltiples aspectos antárticos: estableció la primera emisora de radio AM (San Gabriel, de Radio Nacional) en el continente, fundó la primera escuela con niños y familias en la Base Esperanza, y fue el primer país en realizar una llamada telefónica móvil desde la Antártida al continente inaugurando las radios en Base Marambio (1998) y Base Esperanza (1999). Estos hechos refuerzan su papel de liderazgo tecnológico.

Base Carlini (Isla 25 de Mayo)
Base Carlini (Isla 25 de Mayo)

Presencia científica: Argentina entre los países con más bases permanentes

Según el Consejo de Administradores de Programas Antárticos Nacionales (COMNAP), Argentina es uno de los países con mayor número de bases científicas permanentes en la Antártida. Opera seis bases activas durante todo el año -Marambio, Esperanza, Orcadas, Belgrano II, San Martín y Carlini-, además de otras temporarias en verano.

Este nivel de actividad no sólo reafirma su presencia, sino que la convierte en líder en Latinoamérica y en una de las naciones con mayor continuidad histórica en la región, junto con Chile, Rusia, Estados Unidos y Australia. En conjunto, estas bases permiten desarrollar estudios de glaciología, geofísica, biología marina y meteorología, al servicio de toda la comunidad científica internacional.

La Antártida: una mirada geopolítica del siglo XXI

El sistema del Tratado Antártico enfrenta nuevos desafíos: el cambio climático, el interés comercial por recursos minerales, la presencia turística, la presión de nuevos actores globales y las tensiones por la ampliación de derechos sobre la plataforma continental. En ese marco, la continuidad de la política argentina -basada en la presencia permanente, la cooperación científica y la vocación pacífica- se vuelve aún más estratégica.

La elección de Buenos Aires como sede de la Secretaría Ejecutiva del Tratado Antártico fue resultado de un consenso internacional amplio, construido pacientemente por la diplomacia argentina. Este rol impone un deber claro: ser un país cooperante, comprometido con el bienestar común de todas las naciones con presencia en el continente blanco, promover infraestructura compartida, apoyar logísticamente a otras bases y mantener el espíritu de consenso son parte de esa responsabilidad.

Isla 25 de Mayo (Rey Jorge)
Isla 25 de Mayo (Rey Jorge)

El futuro de la Antártida exige liderazgo

Como advertía Henry Kissinger, los grandes logros de la diplomacia no se alcanzan sólo con declaraciones, sino con visión, constancia y presencia. La Antártida no es un símbolo vacío, sino una plataforma desde la cual Argentina puede reafirmar su identidad como nación científica, pacífica y cooperativa.

Roca consolidó la presencia. Frondizi le dio legitimidad internacional. Menem sumó infraestructura, estrategia y tecnología. Hoy, el desafío es proyectar esa herencia hacia una nueva etapa. La política antártica no puede ser sólo memoria; debe ser acción, innovación y liderazgo. Llegamos a esta etapa siendo la sede permanente de la Secretaría Ejecutiva del Tratado Antártico, única organización permanente que une a todas las naciones con intereses antárticos. Un enorme paso.