A las puertas de una Tercera Guerra Mundial: los preparativos de Vladimir Putin para un posible conflicto armado con la OTAN
Según informes de inteligencia y expertos occidentales, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, está acumulando recursos para un potencial enfrentamiento directo con la OTAN.
Esta estrategia combina reclutamiento acelerado, un auge en la industria armamentística y una guerra híbrida que socava la cohesión aliada desde dentro.
Según el Institute for the Study of War (ISW) y fuentes internas rusas, entre enero y el 15 de septiembre se firmaron aproximadamente 292.000 contratos con el Ministerio de Defensa, a un ritmo de unos 7.900 por semana.
Desde julio, parte de este personal estaría integrándose en una “reserva estratégica”, posible gracias a una caída temporal de las bajas rusas en verano.
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El tamaño de esa reserva permanece sin confirmar oficialmente, pero analistas sugieren que podría destinarse en el futuro a operaciones en el flanco occidental, como un eventual avance hacia los Bálticos.
Los analistas estiman que en 2024 Rusia produjo entre 4 y 4,5 millones de proyectiles de artillería, cifras discutidas pero coincidentes en que no todos se usaron en el Donbás, lo que sugiere reservas adicionales.

Para 2025, expertos occidentales calculan una capacidad de producción de unos 2 millones de proyectiles anuales (122 mm y 152 mm), apoyada por nuevas plantas de explosivos en construcción.
Sabotajes y tensiones en el centro de Europa
El mandatario ruso complementa el rearme convencional con tácticas asimétricas que buscan desestabilizar a la OTAN sin una invasión abierta. Según inteligencia europea, en 2025 los incidentes de guerra híbrida se triplicaron respecto a 2023.
El incendio en un almacén de Londres en marzo de 2024, cuya condena se dictó en 2025, fue vinculado por la fiscalía británica a redes pro-Kremlin. Además, drones no identificados sobrevolaron instalaciones en Alemania y los Bálticos; e interferencias GPS perturbaron el tráfico aéreo y marítimo.
La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, denunció en agosto estas “campañas híbridas persistentes” que buscan desestabilizar sin cruzar umbrales militares.
Cuenta regresiva y preparación
En febrero de 2025, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski advirtió que Putin “hará la guerra contra la OTAN” si el apoyo estadounidense decae, citando preparativos rusos en Bielorrusia para posibles agresiones a Polonia o Lituania.
En la OTAN, el secretario general Mark Rutte impulsó un “salto cuántico” en defensa, advirtiendo de un posible ataque ruso en un plazo de 5 años. También, propuso elevar el gasto hasta el 5% del PIB (con un 3,5% en gasto militar directo).
Por su parte, el Reino Unido ya se comprometió a alcanzar el 2,5% en 2027 y planea llegar al 3% en la próxima década, especialmente en defensa aérea y municiones. Esta medida se alinea con el objetivo común de la OTAN de un 5% para 2035, ratificado en la Cumbre de La Haya.