Islas Malvinas: entre ejercicios aéreos y aviones de combate, el Reino Unido refuerza su presencia militar

Mientras el Reino Unido lleva adelante una estrategia de militarización del Atlántico Sur que incluye ejercicios aéreos, despliegue de aviones de combate y rotación de tropas; el país europeo avanza con un nuevo plan de sostenimiento logístico para sus fuerzas militares en las Islas Malvinas.
El Ministerio de Defensa británico anunció que establecerá un contrato de mantenimiento para la flota de vehículos pesados que operan en la base de Monte Agradable (Mount Pleasant), principal centro militar en el archipiélago.

Monte Agradable funciona como el núcleo de la presencia militar británica en la región, con capacidad para sostener operaciones conjuntas aéreas y terrestres.
El programa contempla el servicio y reparación de autobuses, ambulancias y camiones especializados que apoyan las operaciones diarias en la base. El contrato, valuado en unas 182 mil libras esterlinas, se extenderá inicialmente entre marzo de 2026 y febrero de 2029, con posibilidad de prórroga hasta 2031. El objetivo es asegurar la disponibilidad operativa de los medios.
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El Reino Unido no solo destina mucho dinero para el control de sus vehículos. También lleva a cabo ejercicios militares en Malvinas, donde la Real Fuerza Aérea (RAF) despliega aviones de combate Eurofighter Typhoon junto a aeronaves de transporte A400M Atlas. Estas maniobras incluyen simulacros de defensa aérea, interdicción marítima y protección de infraestructuras críticas.
Pero eso no es todo: a ello se suma la última rotación de tropas británicas en la base, que mantiene alrededor de 1.200 efectivos permanentes entre personal de la RAF, ingenieros y unidades del Ejército.
Desde la perspectiva argentina, este refuerzo logístico y militar constituye un nuevo gesto de consolidación de la presencia británica en un territorio en disputa.
El mensaje de Londres es claro: la militarización de las Malvinas es un proyecto de Estado a largo plazo, reforzando la base gestionada por la OTAN como un punto nodal en la geopolítica austral. Este avance colonial contraviene directamente los llamados al diálogo de las Naciones Unidas y consolida un statu quo de fuerza sobre territorio argentino.