Elecciones en Chile: el padre de José Antonio Kast fue militante nazi y colaborador de la dictadura de Pinochet
El candidato de la derecha que pasó al balotaje tiene un legado familiar polémico que se suma a una marcada simpatía con la última dictadura militar en Chile.
José Antonio Kast, el candidato a la Presidencia de Chile que defiende el legado de la dictadura militar (1973-1990) y una agenda ultraconservadora en materia de libertades individuales, es hijo de Michael Kast, vinculado con el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (Nazi), de Adolf Hitler.
Por si fuera poco, el político ultraconservador -un católico ferviente y padre de nueve hijos- tiene profundos lazos familiares con la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), un régimen con el que se mostró complaciente en numerosas ocasiones.

Aún así, de cara a la segunda vuelta del 14 de diciembre, que se disputará con la izquierdista Jeannette Jara, los números le resultan favorables al candidato del Partido Republicano, quien podría convertirse en el primer ultraderechista en llegar a La Moneda por votación popular.
Incluso, Chile celebró en paralelo a las presidenciales una renovación total de la Cámara de Diputados y parcial del Senado. En esos comicios, el bloque de Kast logró un avance considerable en ambas cámaras, lo que podría darle mucha gobernabilidad a un futuro Ejecutivo del admirador de Donald Trump y Nayib Bukele.
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Así, tras dos intentos fallidos y en su tercera aspiración a la Presidencia, nunca antes sus posibilidades se habían mostrado tan auspiciosas como ahora.
Kast, el candidato chileno que busca escapar de un pasado familiar nazi
Hijo de una próspera pareja de migrantes alemanes y licenciado en Derecho por la Pontificia Universidad Católica, Kast es un apellido que ronda la política chilena hace varias décadas. Sin embargo, su legado familiar carga con una sombra difícil de eludir: su padre estuvo afiliado al partido nazi, un antecedente que el propio candidato buscó relativizar y que reaparece cada vez que crece su proyección política.
“Más allá de un papel, yo y toda la familia aborrecemos a los nazis”, declaró después de que se difundiera una investigación que exhibía una tarjeta de identidad que acreditaba la afiliación al partido nazi de un hombre llamado Michael Kast (el mismo nombre y con los mismos datos de nacimiento que su padre).

En anteriores ocasiones, José Antonio Kast había reconocido la participación de su padre en las Fuerzas Armadas (Wehrmacht) durante la Segunda Guerra Mundial tras un “reclutamiento forzado”, algo que, según él, no lo convertía en nazi.
“Cuando hay una guerra, el reclutamiento es obligatorio y un joven de 17 o 18 años no tiene opción de decir ‘No voy a ir’, porque le harían un juicio militar y lo fusilarían al día siguiente”, dijo entonces.
Cabe aclarar que, si bien el servicio militar era obligatorio en la Alemania de Adolfo Hitler, la afiliación al partido nazi –que llegó a superar los siete millones de miembros– era voluntaria.
La polémica postura de Kast frente a la dictadura de Augusto Pinochet
Además de un legado familiar ligado al Partido Nazi, Kast también carga con una de las polémicas más persistentes de su trayectoria: su postura frente a la dictadura militar en Chile.
Aunque evita hablar de “reivindicación”, defendió aspectos del régimen de Augusto Pinochet, especialmente en materia económica y de orden público, y cuestionó lo que considera “una mirada sesgada” sobre las violaciones a los derechos humanos. Incluso, llegó a sostener que en Chile “no hubo una dictadura típica latinoamericana” y que la izquierda “ha exagerado cifras”.
Un dato no menor: Miguel Kast, uno de sus diez hermanos, ocupó cargos económicos de alta relevancia durante la dictadura.
José Antonio Kast, el candidato con más chances de llegar a la Presidencia de Chile
Con una campaña casi monotemática, centrada en el combate a la delincuencia y en la migración irregular, el exdiputado quedó segundo en las elecciones presidenciales de este domingo.
A diferencia de sus otros dos intentos por llegar a la Presidencia (2017 y 2021), en esta campaña evitó a toda costa hablar en público de sus convicciones ultraconservadoras en materia de libertades individuales, como el aborto, el matrimonio igualitario o la pastilla del día después, así como de su defensa de la dictadura militar.
Cuando le preguntaron, en las escasas entrevistas concedidas, se limitó a decir que tiene “las mismas convicciones”, pero que “los chilenos hoy día tienen otras urgencias”.
Kast, que hace cuatro años aseguró que si Pinochet estuviera vivo votaría por él, aprendió de su campaña anterior y esta vez mostró una estrategia muy clara, con un programa muy reducido, centrado en la seguridad ciudadana.
Su gran promesa es formar un “gobierno de emergencia” con el que aplicar mano dura contra la delincuencia y la migración irregular y solucionar la “peor crisis de las últimas décadas” en la que está sumida Chile.
Deportaciones masivas, blindaje de la frontera norte con vallas y zanjas, cárceles de máxima seguridad con aislamiento total para líderes del narcotráfico y endurecimiento de las penas para cualquier delito son algunas de las medidas que promete si gana el próximo 14 de diciembre.














