Innovación: así es la primera cámara agrícola del mundo permite ver los cultivos en tiempo real
La empresa Cropler presentó lo que se considera la primera cámara agrícola del mundo diseñada para la supervisión remota de plantas en tiempo real. La buena resolución con la que cuenta permite impulsar la gestión del campo con monitoreo remoto.
La "agrocámara" que utiliza a las plantas como fuente primaria de datos, está llamada a revolucionar la forma de obtener información agrícola dado que les permite a las personas comparar datos de distintos campos en un formato visual, acceder a información precisa sobre temperatura y recibir informes puntuales.
Revolucionaria agrocámara. Foto: Cropler
La invención apela al uso de datos de cámara de campo RGB y NDVI, meteorología y algoritmos avanzados para analizar datos fotográficos multiespectrales. De este modo, proporciona marcadores que permiten señalar la aparición de una determinada enfermedad vegetal, por ejemplo.
Dada la alta efectividad de este producto, ya tiene presencia en 12 países y se lograron vender más de 100 equipos. Además, están en proceso de comercialización de mil unidades en todo el mundo.
Las características clave de la agrocámara Cropler
La cámara tiene un diseño portátil y accesible que, junto con una batería recargable de alta calidad y más de 3 semanas de funcionamiento en completa oscuridad, garantizan la funcionalidad continua del dispositivo. Por si fuera poco, la fiabilidad del producto mejora drásticamente con la inclusión de un panel solar monocristalino de alta eficiencia, incluso con tiempo nublado.
La visualización de las plantaciones desde la agrocámara. Foto: X
El cuerpo de plástico resistente a los rayos UV y la sólida protección frente a la luz solar directa garantizan su durabilidad en diversas condiciones de campo.
Además, la agrocámara está equipada con componentes de alto rendimiento, como una CPU de bajo consumo y un sensor meteorológico BOSCH. Cada sensor observa un área de 5,5 metros, proporcionando fotos diarias del campo para controlar la salud de los cultivos: un sensor es suficiente para los campos de menos de 80 hectáreas.