Lengua de suegra: cuándo y cómo trasplantarla para que siga creciendo sana y fuerte
Se trata de una planta sumamente resistente y decorativa, es la gran favorita de las casas argentinas. ¿Qué hacer cuando sus raíces piden mayor espacio?

La lengua de suegra es una de las plantas de interior más populares de la Argentina, debido a que son sumamente resistentes y decorativas y además, son fáciles de cuidar. Ellas pueden vivir durante años con poco riego y algo de luz, pero también se expande y necesita más espacio para poder seguir estando sana.
En este punto, la planta comienza a pedir un trasplante para seguir echando raíces. Sin embargo, hay un momento exacto para hacerlo, sin correr el riesgo de maltratar o incluso matar la lengua de suegra, aunque suene fatalista.
La clave para poder mantenerla sana y fuerte, es saber cuándo trasplantarla y cómo hacerlo de la forma adecuada. Esto, sin dudas, marca la diferencia entre una planta estancada y una que crece con fuerza y vitalidad.

¿Por qué trasplantar la lengua de suegra?
Aunque es una planta que crece lentamente, con el tiempo sus raíces pueden quedar apretadas en la maceta o incluso deformar el contenedor. Esto se conoce como estar “enraizada” o “raíz apretada”, y puede limitar su desarrollo. Además, un trasplante permite renovar el sustrato, mejorar el drenaje y dividir la planta si ha producido hijuelos.
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El mejor momento para trasplantar la lengua de suegra es a finales de la primavera o durante el verano, cuando la planta está en su período de mayor actividad. Evitá hacerlo en invierno, ya que durante esa estación entra en reposo y es más vulnerable al estrés del cambio.

Para saber si tu planta necesita ser trasplantada, deberás tener en cuenta estos factores:
- Las raíces salen por los orificios de drenaje
- La planta se ve demasiado apretada o deformó la maceta
- El sustrato ya no absorbe bien el agua o está muy compactado
- Han pasado 2 o más años desde el último trasplante
El paso a paso: cómo trasplantar una lengua de suegra correctamente

- Elegí una maceta nueva: usá un recipiente 1 a 2 cm más grande que el actual. Asegurate de que tenga buen drenaje.
- Prepará el sustrato: la lengua de suegra necesita una tierra suelta y bien aireada. Podés usar mezcla para cactus o preparar una casera con 50% tierra fértil, 30% arena gruesa o perlita y 20% compost o turba
- Sacá la planta con cuidado: sujetala de la base y volcá la maceta suavemente. Si está muy ajustada, presioná los costados del recipiente o cortalo si es descartable.
- Revisá las raíces: deben estar limpias y verdes para poder ser trasplantadas.
- Colocá la planta en la nueva maceta y regala para que la tierra se asiente bien en el nuevo recipiente.

















