Luna Llena del 7 de septiembre: cómo influye en el crecimiento de las plantas y por qué es clave para huertas y jardines

El fenómeno astronómico coincide con el próximo inicio de la primavera en el hemisferio sur y potencia el crecimiento de tallos, hojas y flores. Especialistas recomiendan aprovechar esta fase para trasplantar, podar y sembrar hortalizas de hoja y flores de estación.
Cómo aprovechar la energía de la Luna Llena de septiembre para el crecimiento de las plantas. Foto: Unsplash.
Cómo aprovechar la energía de la Luna Llena de septiembre para el crecimiento de las plantas. Foto: Unsplash.

Este domingo 7 de septiembre, el cielo del hemisferio sur será escenario de una Luna Llena que no solo captará la atención de los observadores por su belleza, sino que también será clave para quienes buscan potenciar el crecimiento de sus plantas. El fenómeno astronómico coincide con la llegada de la primavera, etapa de renovación natural que se traduce en una mayor vitalidad para huertas y jardines.

La relación entre los ciclos lunares y el desarrollo vegetal ha estado presente en múltiples culturas a lo largo de la historia. Más allá de las tradiciones espirituales o agrícolas, existen fundamentos científicos que respaldan esta influencia: la gravedad de la Luna no solo regula las mareas, sino que también incide en la circulación de la savia, determinando los momentos más adecuados para sembrar, podar o trasplantar.

Cómo aprovechar la energía de la Luna Llena de septiembre para el crecimiento de las plantas. Foto: Freepik. Foto: Freepik

Durante la Luna Llena, la savia se concentra en tallos, hojas y flores, lo que la convierte en el período más favorable para realizar tareas específicas. Los especialistas recomiendan aprovechar esta fase para trasplantar especies, abonar la tierra y realizar podas suaves.

También es el momento ideal para sembrar hortalizas de hoja, como lechuga, espinaca o acelga, y para plantar flores de estación que se verán beneficiadas por esta energía de expansión.

Un aspecto clave de la influencia lunar está en su luz. Aunque no es suficiente para activar la fotosíntesis, la iluminación de la Luna regula el fotoperiodo, es decir, los procesos biológicos que dependen de la alternancia entre día y noche. Esa luz, aunque es tenue, estimula proteínas que mantienen en movimiento la savia durante la noche, favoreciendo la circulación interna y la vitalidad de las plantas.

Luna Llena. Foto: Unsplash
Cómo aprovechar la energía de la Luna Llena de septiembre para el crecimiento de las plantas. Foto: Unsplash.

Las fases lunares y su efecto en las plantas

Más allá de la Luna Llena, cada fase lunar ofrece beneficios particulares:

  • Luna Llena: máxima energía en tallos y hojas; ideal para trasplantes, podas suaves, abonados y cultivos de follaje.
  • Cuarto menguante: la energía desciende a las raíces; momento oportuno para sembrar hortalizas subterráneas y realizar podas intensas.
  • Luna nueva: etapa de reposo; recomendable para limpiar y preparar el suelo, pero no para sembrar.
  • Cuarto creciente: equilibrio entre raíces y tallos; indicado para iniciar semilleros y cultivar especies de crecimiento vertical, como tomates o pimientos.

La Luna Llena de septiembre, al coincidir con el inicio de la primavera, potencia el ciclo de renovación y crecimiento de la naturaleza. Para los aficionados a la jardinería y la agricultura, se presenta como una oportunidad única para sincronizar sus tareas con los ritmos de la Tierra y el cosmos, logrando un desarrollo más armónico de huertas y jardines.