No todos envejecen igual: cómo se calcula la edad de un perro viejito, según la ciencia

Nuevos estudios revelan que los perros grandes envejecen más rápido que los pequeños y que la clásica regla de “un año equivale a siete” ya quedó obsoleta. ¿Qué edad tiene en verdad tu mascota?
Perro viejito
Perro viejito Foto: Freepik

Durante mucho tiempo se creyó que un año de vida de un perro equivalía a siete años en la vida de los humanos. Sin embargo, con el paso del tiempo, la ciencia moderna demostró que esa fórmula quedó totalmente obsoleta y que, de hecho, era demasiado simple para la complejidad de la vida canina.

En verdad, un perro es considerado viejito por distintos factores, tales como el tamaño, la raza, la genética y los cuidados que reciben a lo largo de su vida. Por supuesto, no es lo mismo la vida de un chihuahua, que es pequeño y suele tener una rutina más de “entre casa”, que la de un gran danés, que, a pesar de ser manso y compañero, suele vivir en hogares más amplios e incluso a la intemperie.

En este sentido, un grupo de Investigadores de la Universidad de California en San Diego (UCSD), desarrollaron una fórmula más precisa para calcular la edad real de los perros, basada en estudios de ADN y en los llamados cambios epigenéticos. Es decir, las modificaciones químicas que ocurren en los genes con el paso del tiempo. Durante este periodo de tiempo de observación canina, los científicos descubrieron un avance impresionante en el envejecimiento de los perritos.

Perro viejito. Foto: Unsplash.

El estudio arroja que los perros envejecen de manera muy acelerada durante sus primeros años de vida y que luego el proceso se desacelera. Según sus cálculos, un perro de un año tiene una edad biológica equivalente a unos 31 años humanos, mientras que a los dos años rondaría los 42, y a los cinco alcanzaría aproximadamente los 57. Esta relación demuestra que los perros llegan a la madurez adulta mucho antes de lo que se creía y que el envejecimiento no ocurre de manera lineal.

El momento en que un perro comienza a considerarse “viejito” varía sobre todo según su tamaño y su raza. Esto quiere decir que los perritos como los caniches, los chihuahuas o los shih tzus, suelen entrar en la etapa senior entre los 10 y 12 años. En los perros medianos, como los beagles o los cockers, ese proceso empieza alrededor de los 8 o 10 años. En cambio, las razas grandes o gigantes, como los labradores, los pastores alemanes o los gran daneses, son consideradas mayores a partir de los 6 o 7 años.

Perros; mascotas; animales. Foto: Unsplash.

Perros viejitos: qué dice la ciencia sobre su expectativa de vida

En rasgos generales, la razón es que los perros grandes envejecen más rápido a nivel celular. Estudios del National Institute on Aging de Estados Unidos sugieren que el tamaño corporal está relacionado con un metabolismo más acelerado y un mayor estrés oxidativo, lo que contribuye a una menor expectativa de vida.

En este sentido, el estudio científico expresa que a medida que envejecen, los perros experimentan cambios físicos y cognitivos similares a los de los seres humanos. Pueden mostrar menos energía y movilidad, dormir más horas, perder masa muscular o sufrir alteraciones en la vista y el oído.

También es común observar modificaciones en el comportamiento, como desorientación, ansiedad o irritabilidad. Además, los perros mayores son más propensos a desarrollar enfermedades renales, cardíacas o articulares.

Perro viejito. Foto: Unsplash.

Por este motivo, los veterinarios recomiendan realizar controles clínicos cada seis meses cuando los animales llegan a la edad senior, además de ofrecerles una alimentación adaptada, ejercicio moderado y estimulación mental. Envejecer no significa perder calidad de vida. Con los cuidados adecuados, una buena nutrición, actividad física y mucho afecto, los perros pueden disfrutar plenamente de sus años mayores.

Sin embargo, hay un punto muy importante a tener en cuenta y es que los perros viejitos también necesitan jugar, moverse y mantenerse activos para seguir prolongando su bienestar todo lo posible. En el final de su vida, incluso, requieren de atención preventiva y amor, para mantenerse activos, felices y saludables por mucho más tiempo.