Impresionante hallazgo genético: los perros domésticos conservan ADN de lobo
Un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences demostró que casi dos tercios de las razas modernas muestran algún nivel de ascendencia lobuna.
Los perros domésticos que vemos a diario pueden parecer inofensivos y alejados de sus ancestros salvajes. Sin embargo, un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) demuestra que muchos de ellos conservan genes de lobo en su ADN.
El hallazgo científico
El equipo de investigadores estadounidenses analizó miles de genomas de perros y lobos disponibles en bases de datos públicas. Los resultados fueron sorprendentes: casi dos tercios de las razas modernas muestran algún nivel de ascendencia lobuna.
Lo más llamativo es que no se trata de restos antiguos de hace 20.000 años —cuando los perros evolucionaron a partir de los lobos—, sino de cruces recientes entre perros domesticados y lobos salvajes.
“Esto no significa que los lobos estén entrando en tu casa y mezclándose con tu perro”, aclaró Logan Kistler, curador del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian.
Ejemplos concretos
Incluso razas pequeñas como los chihuahuas poseen alrededor de 0,2 % de ADN de lobo. “Esto tiene todo el sentido para cualquiera que tenga un chihuahua”, bromeó Audrey Lin, autora principal del estudio e investigadora del Museo Americano de Historia Natural.
En el otro extremo, los perros lobo checoslovacos y los Saarloos encabezan la lista con hasta 40 % de ADN de lobo. Entre las razas domésticas, el sabueso Grand Anglo-Français Tricolore alcanzó cerca del 5 %, seguido por lebreles como los salukis y los afganos.
Curiosamente, razas grandes como los San Bernardo no mostraron ningún rastro de ascendencia lobuna.
Perros callejeros: el puente genético
El estudio también reveló que el 100 % de los perros callejeros —aquellos que viven cerca de los humanos, pero sin dueño— poseen ascendencia de lobo. Según Kistler, estos animales, al tener más contacto con lobos, podrían ser la principal vía de introducción del ADN lobuno en la población canina.
Además, la presión de la actividad humana sobre los hábitats naturales puede haber desplazado a lobas, facilitando cruces con perros sin dueño.
Influencia en temperamento y características
El intercambio genético entre lobos y perros parece haber influido en aspectos como el tamaño, el poder olfativo y la personalidad de las razas modernas.
- Razas con poco o ningún ADN de lobo: suelen ser amigables, afectuosas y fáciles de entrenar.
- Razas con mayor ascendencia lobuna: tienden a ser independientes, territoriales y desconfiadas de los extraños.
Este contraste muestra cómo la genética puede moldear tanto la apariencia como el comportamiento de los perros actuales.
Ventajas evolutivas
Aunque los perros evolucionaron como compañeros del ser humano, los lobos han sido su salvavidas genético. Según los autores, cuando los perros enfrentaron retos evolutivos —como sobrevivir en climas adversos, buscar alimento en las calles o proteger el ganado—, pudieron recurrir a su ascendencia lobuna como parte de su kit de supervivencia.
Un caso notable es el de varias razas tibetanas, como el Lhasa Apso, que poseen el gen EPAS1, asociado a la adaptación a grandes altitudes y heredado del lobo tibetano. Este ejemplo demuestra cómo la mezcla genética pudo ofrecer ventajas evolutivas en entornos extremos.
El estudio redefine la relación entre perros y lobos, mostrando que la ascendencia lobuna sigue presente en la mayoría de las razas modernas. Más allá de la compañía que brindan los perros, su genética conserva rastros de supervivencia heredados de los lobos, que han influido en su comportamiento, resistencia y capacidad de adaptación.
Este hallazgo no solo aporta una nueva mirada sobre la historia evolutiva de los canes, sino que también abre la puerta a futuras investigaciones sobre cómo la genética compartida con los lobos sigue moldeando la vida de nuestros compañeros más cercanos.