Golpe de calor en perros y gatos, una emergencia veterinaria que puede ser fatal en minutos: cómo detectar de manera temprano los síntomas

El golpe de calor en perros y gatos es una emergencia veterinaria que puede tener consecuencias fatales en cuestión de minutos, especialmente durante jornadas de calor extremo como las que atraviesa gran parte de Argentina.
Debido a su limitada capacidad para regular la temperatura corporal, estos animales están expuestos a riesgos graves. La prevención y la detección temprana de los síntomas son fundamentales para proteger su salud y su vida.
¿Qué es el golpe de calor?
El golpe de calor ocurre cuando los mecanismos naturales de regulación térmica de los animales no logran contrarrestar las temperaturas ambientales elevadas.
- Los humanos transpiran por toda la piel.
- Los perros y gatos solo lo hacen a través de las almohadillas plantares y la nariz.
Los perros dependen principalmente del jadeo para disipar el calor, mientras que los gatos se acicalan para refrescarse gracias a la evaporación de la saliva en su pelaje.
Cuando estos mecanismos no alcanzan a compensar el exceso térmico, la temperatura corporal puede aumentar hasta niveles que alteran el funcionamiento orgánico, con consecuencias que van desde daños temporales hasta la muerte.

Factores de riesgo y animales más vulnerables
La Comisión de Pequeños Animales del Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires (CVPBA) advierte que la sensación térmica real para los animales depende de la “temperatura efectiva”, combinación de temperatura, humedad, ventilación y radiación solar.
Los factores que aumentan la susceptibilidad incluyen:
- Ambientes con alta temperatura y humedad.
- Falta de ventilación.
- Ausencia de agua fresca.
- Exposición directa al sol.
- Permanencia en vehículos cerrados (puede ser mortal en solo 15 minutos).
Los animales más vulnerables son:
- Cachorros y adultos mayores.
- Mascotas con enfermedades preexistentes (cardíacas, renales, respiratorias, diabetes).
- Perros obesos y razas braquicéfalas (bulldogs, bóxers).
- Gatos persas y razas de patas cortas con mucho pelaje.
Síntomas de alerta
La identificación de síntomas es crucial para actuar con rapidez. Según el Gobierno porteño, los signos más frecuentes son:
- Aumento de la temperatura corporal.
- Temblores musculares.
- Jadeo excesivo o respiración dificultosa.
- Taquicardia.
- Salivación abundante.
- Falta de apetito y decaimiento.
- Mucosas azuladas (cianosis).
- Convulsiones o signos neurológicos.
- Petequias (manchas rojas en la piel).
- Vómitos y diarreas, incluso con sangre.
- Deshidratación.

Los especialistas insisten en que en perros, el jadeo fuerte es una de las primeras señales, mientras que en gatos, el jadeo constituye una urgencia veterinaria inmediata, ya que no son respiradores bucales.
Prevención: la clave para salvar vidas
Las recomendaciones principales incluyen
- Acceso permanente a agua fresca y limpia.
- Alimentos naturales y frescos.
- “Heladitos” de caldo o agua en cubeteras para hidratar
- Espacios frescos y ventilados para el descanso.
- Nunca dejar a los animales en espacios cerrados o vehículos
- Programar paseos temprano en la mañana o al anochecer
- Evitar ejercicios intensos en horas de mayor temperatura
- Colocar toallas húmedas en el suelo y recipientes con agua para que los perros mojen las patas
- Dejar agua en lugares sombreados para animales callejeros.
Intervención rápida: la diferencia entre la vida y la muerte
Ante cualquier síntoma, la atención veterinaria debe ser inmediata. El Gobierno porteño recomienda:
- Mojar al animal con agua a temperatura ambiente durante el traslado.
- Nunca usar hielo ni agua fría.
- Llevarlo a un lugar fresco y acercarlo a ventiladores o aire acondicionado.
Contexto actual en Argentina
El centro y norte del país enfrentan una ola de calor con máximas superiores a los 35 °C, convirtiendo a la región en la más cálida del continente. El Servicio Meteorológico Nacional mantiene alertas por altas temperaturas y tormentas.
El Colegio de Veterinarios bonaerense recuerda que la “temperatura efectiva” depende de factores como humedad, ventilación y radiación solar, lo que incrementa los riesgos para las mascotas en exteriores.
El golpe de calor en perros y gatos es una emergencia crítica que puede derivar en daños irreversibles en minutos. La prevención, la detección temprana de síntomas y la atención veterinaria inmediata son determinantes para la supervivencia de las mascotas.

















