La energía geotérmica recibe grandes inversiones en todo el mundo: cómo funciona y por qué promete una revolución energética

La energía almacenada en forma de calor por debajo de la superficie de la tierra parece ser la respuesta a la demanda energética en el mundo.

Energía geotérmica.
Energía geotérmica. Foto: Wikipedia.

La energía geotérmica se encamina a convertirse en uno de los pilares de la transición energética global. Aunque hoy representa menos del 1% de la generación mundial, los flujos de inversión empiezan a mostrar otra historia: según la Agencia Internacional de la Energía, para 2035 el capital destinado a esta tecnología superará el billón de dólares. El sector, durante décadas relegado, entra así en una etapa de expansión acelerada.

Estados Unidos es uno de los países donde este cambio ya tomó forma. La startup Fervo, especializada en geotermia avanzada, encabeza un proyecto que busca transformar una fuente históricamente subestimada en una potencia energética real. La compañía firmó recientemente el mayor contrato comercial de electricidad geotérmica en seis décadas de industria en el país, un hito que marca la escala del salto tecnológico.

Energía geotérmica. Foto: Wikipedia.

En los alrededores de Milford, en Utah, unas dos docenas de pozos perforan las profundidades de la corteza terrestre para aprovechar el calor permanente de las rocas calientes. Su fundador, Jack Norbeck, sostiene que “con diez torres idénticas a esta sería posible sumar un gigavatio de energía nueva cada año”, una cifra equivalente a la producción de un reactor nuclear capaz de abastecer a un millón de hogares. Fervo ya adquirió más de 200.000 hectáreas de derechos minerales en distintos puntos del país y calcula que allí podría instalar más de 50 gigavatios de capacidad. Valuada en unos US$1.400 millones, planea iniciar la producción en 2026 con la primera etapa de un acuerdo de suministro de 320 megavatios para una distribuidora de California.

La energía geotérmica parece ser el futuro de las energías alternativas

Los analistas ven en la geotermia una de las vías más prometedoras del futuro energético. Investigadores de la Universidad de Princeton anticipan que, gracias a los avances tecnológicos y a la enorme disponibilidad del recurso, para 2050 la geotermia podría generar casi el triple de lo que hoy producen todas las plantas nucleares estadounidenses juntas, que actualmente cubren cerca del 20% de la demanda eléctrica del país. El interés privado también empuja el crecimiento: gigantes como Google y Meta, necesitados de energía limpia y constante para alimentar megacentros de datos e infraestructura de inteligencia artificial, están invirtiendo cada vez más en soluciones geotérmicas.

Además de ser constante -puede producir electricidad las 24 horas sin las variaciones propias del sol o el viento-, la geotermia prácticamente no emite gases de efecto invernadero durante su operación. También puede proveer calor limpio y funcionar como un enorme sistema natural de almacenamiento energético.

Energía geotérmica. Foto: Wikipedia.

La tecnología tradicional se basa en perforar zonas donde existan fracturas permeables y temperaturas de entre 150°C y 200°C a menos de cuatro kilómetros de profundidad. Allí, el fluido caliente ascendente se utiliza para mover turbinas y generar electricidad. Sin embargo, la revolución actual proviene de sistemas avanzados capaces de expandir esa lógica a regiones donde antes era inviable, abriendo la posibilidad de que la geotermia deje de ser un recurso limitado a ciertos puntos del planeta.

¿Qué es la energía geotérmica?

La etimología griega del nombre da muchas pistas sobre lo que implica la geotermia: geō (tierra) y thermós (calor). Es decir, la energía que proviene del calor de la tierra. El Consejo Europeo de la Energía Geotérmica (EGEC) la define como “la energía almacenada en forma de calor por debajo de la superficie de la tierra”. Esta definición hace referencia al calor almacenado en rocas, suelos y aguas subterráneas, cualquiera que sea su temperatura, profundidad o procedencia.

Se considera una energía renovable y limpia. El calor que proporciona es ilimitado y la temperatura del subsuelo es muy estable, lo que permite obtener rendimientos energéticos elevados.

Existen diferentes tipos de energía geotérmica dependiendo del tipo de recurso natural del que se extraiga (de agua caliente, pozos secos, géiseres, vapor seco), la profundidad de perforación (superficial, desde algunos metros hasta grandes profundidades por encima de 10 Km) o la temperatura del agua (de alta a baja temperatura), entre otros.