La planta que florece durante todo el verano, solo necesita un riego semanal y es perfecta para balcones

Esta especie, que forma pequeñas matas de flores brillantes, ganó protagonismo en los jardines urbanos precisamente por su capacidad de adaptarse a casi cualquier entorno.

Planta portulaca.
Planta portulaca. Foto: Unsplash.

Con la llegada del verano, muchas personas buscan plantas que puedan mantener sus flores pese al clima más exigente. La idea es encontrar una especie que soporte el sol directo, no necesite riego diario y crezca bien incluso en balcones pequeños, donde el viento o la poca sombra suelen dificultar el cultivo de otras opciones.

Frente a este panorama, la portulaca se impone como una de las opciones versátiles. Esta especie, que forma pequeñas matas de flores brillantes, ganó protagonismo en los jardines urbanos precisamente por su capacidad de adaptarse a casi cualquier entorno.

Planta portulaca. Foto: Unsplash.

La portulaca, a diferencia de otras plantas del verano, almacena agua en sus hojas, volviéndola extremadamente resistente a la sequía. Por esta razón, un riego semanal es suficiente para que florezca sin interrupciones entre noviembre y marzo.

Si bien es reconocida por prosperar casi en cualquier parte, hay ciertos detalles que potencian su floración. Lo ideal es colocarla en un sector donde reciba sol directo durante al menos seis horas, ya que la luz es el factor clave que determina cuántas flores abrirá cada día.

Planta portulaca. Foto: Unsplash.

También funciona muy bien en los balcones ventosos gracias a su estructura rastrera, que mantiene la planta firme y evita quiebres. Para un efecto visual más intenso, se pueden combinar varios colores en una misma jardinera y lograr un manto de flores renovado en todo el verano.

Motivos para tener una portulaca en tu casa

  • Crece bien en macetas muy pequeñas, jardineras o recipientes reciclados, siempre que tengan buen drenaje.
  • Necesita mucho sol para abrir sus flores, por lo que es ideal para balcones orientados al norte o al oeste.
  • No requiere fertilizantes frecuentes ni podas estrictas: basta con retirar las flores secas para estimular nuevas aperturas.
  • Su paleta de colores (amarillo, blanco, fucsia, naranja y rojo) la convierte en una especie perfecta para quienes buscan un rincón vibrante sin invertir tiempo ni recursos en mantenimiento.