Por Canal26
Martes 28 de Mayo de 2024 - 05:00
Marcelo Nagy
Budapest, 28 may (EFE).- La guerra causada por el ataque ruso a Ucrania domina la campaña en Hungría para las elecciones europeas, con el primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán, acusando a Bruselas de belicismo.
Además, destaca en la campaña la reciente irrupción de una nueva fuerza que desafía al poderoso partido en el poder, el conservador Fidesz de Orbán, aunque sin llegar a disputarle el primer lugar en la intención del voto.
La campaña del Fidesz se centra en acusar a la oposición de ser partidaria de la guerra y de someterse a las órdenes de Bruselas, de la que dice busca alargar el conflicto armado entre Ucrania y Rusia, y lograr que Hungría se involucre.
"Solo la paz, solo el Fidesz", es uno de los lemas principales de la formación que en 2021 abandonó el Partido Popular Europeo (PPE), justo antes de ser expulsado de esa familia por su deriva antidemocrática.
"Lo que sucede hoy en Bruselas y en Washington es un tipo de preparación de la atmósfera para un eventual conflicto armado directo. Podríamos decir que es la preparación de la entrada de Europa en la guerra", dijo el primer ministro recientemente a la radio pública Kossuth.
Orbán ha dejado claro que cuenta con un fortalecimiento del nacionalismo y la extrema derecha en la Eurocámara y que su partido aspira a integrarse en el grupo 'Conservadores y Reformistas Europeos', que integra a partidos ultranacionalistas y ultraderechistas como el español Vox, el italiano Hermanos de Italia o el polaco Ley y Justicia.
"Nuestro plan no es abandonar, sino ocupar la UE", dijo ya en diciembre el mandatario que, como mejor aliado de Moscú entre los Veintisiete, arremete regularmente contra Bruselas y se opone a la entrega de armas a Ucrania o las sanciones a Rusia por su invasión.
Los sondeos auguran al Fidesz un retroceso de apoyos en las elecciones al Parlamento Europeo: entre el 39 y el 46 % de los votos, frente al 52 % obtenido en las anteriores europeas (2019).
La pérdida de apoyo es en parte atribuible al partido Tisza de Péter Magyar, un antiguo aliado de Orbán que abandonó el Fidesz tras un escándalo a principios de año, y que en pocas semanas se ha convertido en su principal rival político.
Este partido se centra en acusar de nepotismo y corrupción a Orbán, pero no están claras sus posturas en temas como la inmigración o la guerra en Ucrania.
Magyar ha manifestado su intención de integrar a sus eurodiputados en el grupo del Partido Popular Europeo.
Por su parte, la oposición liberal responsabiliza al Fidesz de que gran parte de los fondos europeos destinados a Hungría permanezcan congelados por la Comisión Europea debido al incumplimiento de los estándares democráticos de la Unión.
La irrupción de Tisza "ha cambiado todo", dice a EFE Zoltán Ranschburg, analista del Instituto Republikon.
Explica que Magyar es el primer político que ha logrado cambiar el discurso dominante pese al férreo control que ejerce el Gobierno en gran parte de los medios húngaros.
"Ha derrumbado ese muro", asegura Ranschburg.
Por otro lado, el propio Orbán ha dicho que no quiere convencer a los indecisos, lo que, según el experto, significaría que se centra en movilizar a sus votantes más fieles.
Sea como sea, el partido de Magyar se ha consolidado como segunda fuerza, con entre el 24 y el 26 %, relegando al tercer lugar a la izquierdista Coalición Democrática (DK, 17 %).
Además de sus 21 eurodiputados, los húngaros elegirán el 9 de junio a sus alcaldes y ediles en las elecciones municipales.
Por eso, los temas locales han eclipsado a los europeos en los discursos políticos, algo habitual en Hungría y en otros países de la UE. EFE
mn/wr/jam
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