Un mal trago: cuáles son los alimentos que jamás deben mezclarse con cerveza y vino

La comida escogida para maridar con bebidas alcohólicas es muy importante dado que no solo puede realzar el sabor de un buen vino, sino también provocar efectos indeseados si se combinan con una cerveza refrescante. De este modo, resulta muy útil conocer cuáles son aquellos alimentos que pueden intensificar la deshidratación o incluso dificultar la digestión cuando se los consume acompañando a un trago.
El hecho de que el alcohol sea capaz de afectar la forma en que el organismo realiza el proceso de digestión, significa que es fundamental evitar ciertas mezclas para disfrutar de una experiencia más saludable al tomar bebidas alcohólicas.

El pan es uno de los alimentos que no se recomienda consumir con cerveza. Foto: Freepik.
Aquellos productos que no son aconsejables para acompañar una cerveza son los que son ricos en sodio o en grasa. Tampoco se recomienda consumir comidas picantes o ácidas, alimentos azucarados ni pescados y mariscos crudos.
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Además de irritar el sistema gastrointestinal cuando se combinan con alcohol (comidas grasosas), algunos manjares intensifican los efectos de la embriaguez y el riesgo de deshidratación (alimentos azucarados). Incluso, en el caso del sushi, el consumo de alcohol reduce la inmunidad temporalmente, lo que aumenta la probabilidad de contraer infecciones.
Así, algunos de las comidas que deben evitarse junto a una cerveza son: pizza, papas fritas, leche, helado, sandía, chocolate, maní y frutos secos y hamburguesa.

Semana del Vino en Calamuchita, Córdoba. Foto: Unsplash.
Los alimentos que no deben mezclarse con el vino
El hecho de maridar mal un buen vino puede tener efectos en una mezcla desequilibrada de sabores. Por eso, algunos alimentos con los que no debe fusionarse esta bebida son:
- Chocolate: los que tiene un sabor dulce pueden llegar a opacar el gusto del vino.
- Alimentos picantes: generan que la bebida se sienta más ácida.
- Frutas cítricas: altera el sabor del vino, ya que se produce un choque de sabores.
- Ensaladas con aderezos fuertes: produce una combinación poco armoniosa, ocultando los matices del vino.
- Carnes muy saladas: la sal genera que se altere el sabor del vino, haciéndolo parecer más amargo.
- Alimentos fritos: puede generar una combinación pesada y con poco sabor.