¿Qué hacer para vivir más?

Muchas veces, se vincula la vida saludable con un gasto significativo, ya sea en cuotas de gimnasio, dietas extrañas o tratamientos en clínicas privadas. Sin embargo, hay consejos para seguir por parte de expertos que simplifican las tareas, además de representar un ahorro importante para el bolsillo.
Joseph Coughlin, director del AgeLab del Instituto Tecnológico de Massachusetts, indicó que lo más recomendable para vivir más es "lo que la ciencia y la historia han confirmado".

Hacer ejercicio donde sea
Está claro que los gimnasios pueden tener mayor variedad y hasta asistencia de profesionales. Sin embargo, lo más importante es mantenerse en movimiento. El ejercicio cardiovascular y el de fuerza se vinculan con una menor mortalidad, ya que bajan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La Asociación Americana del Corazón sugiere realizar al menos 150 minutos por semana de ejercicio aeróbico de intensidad mediana, como una caminata diaria de 30 minutos. Otra opción es realizar 75 minutos semanales de nado o running, aunque dependerá del estado físico de cada persona.
Comer sano por sobre todas las cosas
Más allá de las pruebas alrededor de la comida, como dietas innovadoras y con promesas que parecen difíciles de cumplir, además de que muchas no están comprobadas médicamente. Según Anne-Julie Tessier, nutricionista y profesora de nutrición de la Universidad de Montreal, lo ideal es consumir alimentos integrales no procesados.
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Comer frutas y verduras, proteínas magras, cereales integrales y otros alimentos no procesados pueden ser una clara respuesta a la búsqueda por bajar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

El descanso, una parte fundamental
Brienne Miner, profesora de la Facultad de Medicina de Yale, indicó que intentos como rastreadores de sueño o clínicas privadas del sueño no tienen "pruebas sólidas" para mejorar el descanso de las personas. Los estudios, según la profesional, apuntan a dormir ininterrumpidamente siete horas para evitar riesgos de la salud, además de regular las hormonas y niveles de azúcar en sangre.
Además, evitar el alcohol y sumar ejercicio a la vida pueden ser dos factores que colaborarán con un buen descanso para el cuerpo.
Mayor optimismo
Muchas veces, lo que pasa en nuestra mente y sentimientos tiene un impacto directo en nuestro estilo de vida. La depresión y la soledad pueden ser factores que aumentan el riesgo de mortalidad. Laura Kubzansky, profesora de ciencias sociales y del comportamiento en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, indicó que se debe entrenar el cerebro para tener una mirada más positiva, ya que el optimismo suele alargar la esperanza de vida.
Incluso se recomienda la escritura y lectura, además de mantener una vida social activa, ya sea con familiares o con amigos. Bajar el estrés y mejorar el estado de ánimo puede llevar a disminuir el riesgo de enfermedades crónicas, según Judith Carroll, profesora asociada de psiquiatría y ciencias bioconductuales de la Universidad de California en Los Ángeles.
Percibir los cambios en nuestro cuerpo
Un paso fundamental es percibir los efectos que tienen los cambios en los hábitos en nuestro bienestar, incluso por sobre las pruebas de "edad biológica" que muchos utilizan como referencia y que cuestan cientos de dólares. Además, apunta William Mair, profesor de metabolismo molecular de la Escuela TH Chan de Salud Pública de Harvard, que el objetivo debe ser vivir mejor, más allá del hecho de vivir más en sí.