Un aliado contra la gripe: el alimento natural que recomiendan los científicos para prevenir resfríos en invierno

En cada temporada invernal, la amenaza de gripes y resfríos reaparece con fuerza, impulsada por las bajas temperaturas y la mayor permanencia en espacios cerrados. Frente a este escenario, expertos en nutrición y salud resaltaron la importancia de fortalecer el sistema inmunológico a través de una alimentación adecuada. Y en esa lista de aliados naturales, un ingrediente modesto pero poderoso encabeza las recomendaciones: el ajo.
Aunque su uso es común en la cocina de todos los días, el ajo ha sido objeto de numerosas investigaciones científicas por sus efectos beneficiosos sobre el sistema inmune. Diversos estudios coinciden en que sus compuestos bioactivos, en especial la alicina, poseen propiedades antivirales, antiinflamatorias y antibacterianas.

Un trabajo realizado por la Universidad de Florida demostró que los participantes que consumieron suplementos de ajo durante 90 días presentaron un 63% menos de probabilidades de contraer resfríos en comparación con el grupo que no lo hizo. Además, en los casos en que sí se enfermaron, la duración promedio de los síntomas fue considerablemente menor, en torno a los dos días.
Publicaciones científicas como The Journal of Nutrition y bases como la National Library of Medicine respaldaron estas conclusiones, destacando la capacidad del ajo para estimular la respuesta de las células inmunitarias. El efecto se potencia especialmente cuando el ajo se consume crudo o se deja reposar unos minutos después de ser triturado o picado, permitiendo así la liberación y activación de la alicina.
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No solo para el invierno: los múltiples beneficios de consumir ajo
Los beneficios del ajo no terminan en su poder inmunológico. Su consumo regular también se asocia con una reducción de la presión arterial, mejoras en la circulación sanguínea y propiedades antioxidantes que ayudan a contrarrestar el estrés oxidativo celular.

Los especialistas recomiendan incorporarlo diariamente en preparaciones como sopas, guisos, salsas o incluso infusiones. Además de ser accesible y económico, su perfil nutricional lo convierte en una herramienta eficaz y natural para fortalecer las defensas del organismo durante los meses fríos.
Más allá de su aroma intenso o su reputación como un simple condimento, el ajo se consolida como un recurso clave dentro de una estrategia integral para atravesar el invierno con salud y vitalidad.