Aurora escarlata desde el espacio: un espectáculo único capturado por la NASA

Las imágenes muestran un cielo teñido de intenso rojo carmesí, una visión que resulta imposible de percibir con tanta claridad desde la Tierra.
Las auroras rojas son un fenómeno poco común.
Las auroras rojas son un fenómeno poco común. Foto: Unsplash.

Un fenómeno poco común iluminó el cielo desde la Estación Espacial Internacional (EEI) y dejó boquiabiertos a quienes lo vieron en fotos y videos compartidos por la NASA. Se trata de una aurora roja, una variante rara de las conocidas auroras boreales y australes, captada por el astronauta Don Pettit.

Las imágenes muestran un cielo teñido de intenso rojo carmesí, una visión que resulta imposible de percibir con tanta claridad desde la Tierra. Mientras que las auroras verdes son más frecuentes y visibles desde nuestra superficie, las rojas ocurren a mayores altitudes y su aparición es mucho más esporádica.

Un fenómeno extraordinario

Los expertos señalan que durante una misión de seis meses en la EEI, las auroras rojas de esta magnitud se registran solo dos o tres veces. La ventaja de estar en órbita permite captarlas sin obstáculos como nubes o contaminación lumínica, ofreciendo una perspectiva completa de este espectáculo natural. En las redes, los comentarios destacaron la “suerte” del astronauta y la belleza de estas imágenes únicas.

¿Por qué son tan raras las auroras rojas?

Las auroras rojas se generan cuando el viento solar interactúa con átomos de oxígeno en la atmósfera, pero a alturas mucho mayores que las de las auroras verdes: entre 200 y 400 kilómetros sobre la superficie terrestre. En estas capas altas, el aire es más delgado y las colisiones que producen la luz ocurren con menor frecuencia, lo que explica su rareza.

Aurora roja desde el espacio. Foto: Captura video.

En comparación, las auroras verdes aparecen entre 100 y 150 kilómetros de altura, también gracias al oxígeno, pero bajo condiciones que producen su resplandor verdoso característico. Debido a su altura y la escasa frecuencia de colisiones, muchas veces solo las cámaras de alta sensibilidad pueden captarlas en detalle.

Estas observaciones muestran que estar en el espacio no solo permite avanzar en la ciencia, sino también contemplar maravillas naturales que pocos humanos tienen la oportunidad de presenciar.