La nueva misión de la NASA que revolucionará la forma en la que se estudian los océanos

Un cohete de SpaceX despegó con éxito desde el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Estados Unidos. Este satélite revolucionario forma parte de una misión de la NASA que, durante los próximos años, profundizará en el estudio de la atmósfera y de los océanos.
Los científicos tienen mucha expectativa porque la nave espacial proporcionará una visión sin precedentes de la vida marina microscópica de la Tierra y de las diminutas partículas atmosféricas.

El satélite de la NASA. Foto: Reuters
Esta misión será útil para aprender "cómo las partículas en nuestra atmósfera y nuestros océanos pueden identificar factores clave que impactan en el calentamiento global", informó la administración espacial.
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Es tal la importancia del proyecto de la NASA que, según Karen Germain, directora de la División de Ciencias de la Tierra de la Nasa, cuando los datos reportados se combinen con los de otras misiones de observación de la Tierra, "dará paso a una nueva era de la ciencia oceánica".
La misión PACE
La misión PACE (acrónimo inglés para Plancton, Aerosoles, Nubes y Ecosistemas Oceánicos) utiliza una tecnología sin precedentes que permitirá ampliar las observaciones globales, por satélite de la NASA, del océano, los aerosoles atmosféricos y las nubes, e iniciará un conjunto avanzado de registros de datos relevantes para el clima.

El centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral. Foto: EFE
Está previsto que los datos de la misión de la NASA ayudarán a comprender mejor cómo el océano y la atmósfera intercambian dióxido de carbono.
Además de que ayudará a comprender mejor nuestra atmósfera y nuestro clima, los responsables de la misión están convencidos de que la información que reporte PACE será beneficiosa para la economía y la sociedad.
El cambio climático y el océano
Los efectos del cambio climático en el océano son numerosos, desde la subida del nivel del mar hasta las olas de calor marinas, pasando por la pérdida de biodiversidad.
Con esta misión, los investigadores podrán estudiar su efecto en la vida marina en su forma más pequeña. Los satélites actuales no detectan la diversidad de especies, lo que sí hará esta misión de la NASA.

El momento del despegue. Foto: EFE
Con una vida útil de al menos tres años, el satélite alcanzará una órbita de 676,5 kilómetros y revolucionará la forma en la que se estudian los océanos.
"Después de 20 años pensando en esta misión, es estimulante verla finalmente realizada y presenciar su lanzamiento", aseguró Marjorie Haskell, ejecutiva del programa PACE en la sede de la NASA.