A 85 años del nacimiento de Eduardo Galeano: las mejores frases para recordar al escritor que retrató el sentir de América Latina

Este miércoles, Eduardo Germán María Hughes Galeano cumpliría 85 años. El reconocido escritor nació en Montevideo, Uruguay, el 3 de septiembre de 1940. En 1960
Galeano inició su carrera periodística como editor de la mítica revista Marcha. Tras el golpe de Estado de 1973 en su país, fue encarcelado y tuvo que exiliarse a Argentina.

Publicó “Las venas abiertas de América Latina”, libro que fue censurado por las dictaduras de Uruguay, Argentina y Chile. La obra proponía una historia de la región en clave de descolonización, lo que en ese entonces era impensable en los discursos dominantes.
En Argentina, el escritor fundó la revista cultural Crisis. En 1976, fue añadido a la lista de los condenados del escuadrón de la muerte de Videla, por lo que tuvo que marcharse de nuevo. Así, se mudó a España, donde escribió la trilogía “Memoria del fuego (un repaso por la historia de Latinoamérica)”.
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Regresó a Montevideo en 1985 y con otros escritores, como Mario Benedetti, fundaron el semanario Brecha.

En 2007 fue operado para tratar un cáncer de pulmón. Si bien dio batalla, la enfermedad acabaría con su vida el 13 de abril de 2015.
Las frases más célebres de Eduardo Galeano
Más allá de sus obras más célebres, Eduardo Galeano dejó un legado de reflexiones profundas y conmovedoras:
- Sólo los tontos creen que el silencio es un vacío. No está vacío nunca. Y a veces callarse es la mejor manera de comunicarse.
- Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
- Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores.
- Hay quienes creen que el destino descansa en las rodillas de los dioses, pero la verdad es que trabaja, como un desafío candente, sobre las conciencias de los hombres.
- Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan. Ese lugar es mañana.
- Culto no es aquel que lee libros. Culto es aquel que es capaz de escuchar al otro.
- Mucha gente pequeña, en sus lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo.
- La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo.
- Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos.
- Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico a perder las cosas que tienen.
- La cibercomunidad naciente encuentra refugio en la realidad virtual, mientras las ciudades tienden a convertirse en inmensos desiertos llenos de gente, donde cada cual vela por su santo y está cada cual metido en su propia burbuja.
- La violencia engendra violencia, como se sabe; pero también engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y la convierte en objeto de consumo.
- La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que camine nunca la alcanzaré. Si bien las utopías y la perfección son inalcanzables, nos impulsan a luchar y a intentar alcanzarlas, a desarrollarnos y crecer.
- ¿No tienes enemigos? ¿Cómo que no? ¿Es que jamás dijiste la verdad, ni jamás amaste la justicia?
- Para no ser mudos, hay que empezar por no ser sordos.