343 años de prisión

Es la condena para Francisco Javier Gallaga Ruiz miembro de ETA...

Francisco Javier Gallaga Ruiz, quien fue el encargado de facilitar los explosivos para el atentado perpetrado el 20 de mayo de 1996 contra un autobús del Ejército en Córdoba, en el que murió el sargento Miguel Angel Ayllón.

La Audiencia Nacional condenó a 343 años de cárcel al integrante del 'comando Andalucía' de ETA Francisco Javier Gallaga Ruiz por facilitar los explosivos para el atentado perpetrado el 20 de mayo de 1996 contra un autobús del Ejército en Córdoba en el que murió el sargento Miguel Angel Ayllón.
En su sentencia, la sección primera de la Sala de lo Penal condena también a Gallaga a indemnizar a los herederos del sargento fallecido con 180.303 euros, así como a tres heridos en el atentado con 3.000 euros a dos de ellos y con 90.000 a otro.

El tribunal considera a Gallaga autor de un delito de atentado terrorista contra miembros de las Fuerzas Armadas con resultado de muerte, por el que le condena a 27 años de cárcel, así como de veinticuatro delitos de asesinato en grado de tentativa -por los 20 viajeros del autobús y los cuatro heridos-, penados con 13 años cada uno, y de un delito de estragos por el que le corresponde una pena de cuatro años de prisión.

Según el relato de hechos probados, Gallaga, extraditado en diciembre de 2004 desde Francia, se incorporó en abril de 1996 al 'comando Andalucía' de ETA, que entonces integraban Mikel Azurmendi Peñagaricano, Maite Pedrosa y Asier Ormazabal, ya condenados por estos hechos.

El grupo planeó atentar contra miembros de las Fuerzas Armadas con sede en el Campamento militar de Cerro Muriano, en Córdoba, mediante 'la colocación de artefactos explosivos en sendos vehículos, que serían explosionados al paso de un vehículo militar que recogía personal de la base militar'.

Los terroristas prepararon los artefactos, 'utilizando el material explosivo facilitado por Francisco Javier Gallaga', quien los transportó desde Madrid hasta el 'piso franco' que el 'comando' tenía en Sevilla

Con ese material, Azurmendi, Pedrosa y Ormazabal fabricaron tres artefactos explosivos, dos de los cuales -con 180 y 200 kilos de amosal, respectivamente- fueron colocados en ollas metálicas que depositaron en sendos vehículos previamente robados.

El tercer artefacto, compuesto por seis kilogramos de explosivo y con tuercas y tornillos para actuar como metralla, fue introducido en un contenedor de basura de la avenida Carlos III de Córdoba, donde habían estacionado los coches-bomba y por donde pasaba cada día el autobús del Ejército.

A las 7.30 horas del 20 de mayo de 1996, y al paso del autocar, en el que viajaban unas veinte personas, los terroristas accionaron los explosivos, pero sólo lograron que estallara el del contenedor, que causó la muerte del sargento Miguel Angel Ayllón y heridas de diversa consideración a un capitán y a un alférez y a dos civiles que circulaban por el lugar en su coche.

Los artefactos en los vehículos fueron explosionados por la Policía de forma controlada, 'a pesar de lo cual se generaron daños en vehículos y edificios', por los que el acusado también deberá indemnizar a sus propietarios.

Para condenarle, el tribunal se basa en las declaraciones que prestó otro integrante del 'comando Andalucía' al que no afecta esta causa, José Luis Barrios Martín, quien afirmó que Gallaga no participó directamente en el atentado si no que se encontraba esperando en Sevilla, pues 'había llegado no hacía mucho con una furgoneta cargada de material recogido en un piso que el mismo tenía alquilado en Madrid'.