Un cortado con historia a los bares del barrio más antiguo de CABA: el primer café y los favoritos de Cortázar y García Lorca

Si bien es lógico pensar que San Telmo es el barrio más antiguo de la Ciudad de Buenos, es Monserrat quien escala primera en el ranking. Ubicado en la Comuna 1 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dentro de sus límites se encuentran la famosa Av. de Mayo, el Cabildo, la Catedral, la Plaza de Mayo, la Plaza del Congreso y la manzana de las luces.
Su historia se remonta a la segunda fundación de la ciudad en 1580 por Juan de Garay. En principio fue llamado Montserrat por la iglesia que data del año 1750 y construida por el arquitecto Antonio Masella, a pedido del chacarero catalán Juan Pedro Serra en honor a la Virgen de Montserrat. Con el tiempo la “t” desapareció y quedó “Monserrat”. Dentro de sus calles se ubica, lógicamente, el café más antiguo que todos deberían conocer.

Tres imperdibles Bares Notables
Tortoni
Ubicado al 825 de Avenida de Mayo desde 1858, es el bar más antiguo de CABA. Este sitio se convirtió en un símbolo de la cultura argentina, siendo visitado por Carlos Gardel, Alfonsina Storni, Federico García Lorca, Julio Cortázar y Jorge Luis Borges entre otros.
Su nombre es un homenaje que su primer dueño, un francés de apellido Touan, quiso hacerle al café con el mismo nombre ubicado en París. La mítica fachada fue realizada en 1898 por el arquitecto Alejandro Christophersen.
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La prestigiosa guía gastronómica, Taste Atlas, la reconoció por su ritual imperdible: chocolate con churros que se sirven con una taza de chocolate caliente, una combinación clásica en las cafeterías porteñas. Se caracterizan por ser crujientes por fuera y tiernos por dentro, espolvoreados con azúcar, mientras que el chocolate caliente es espeso y aromático, es ideal para mojar y disfrutar de cada bocado.
Carlos Gardel, además de cantar dos veces en el café, fue durante un tiempo habitué del lugar. Solía ocupar la mesa del costado derecho junto a la ventana entrando por Rivadavia, donde podía reunirse con amigos sin ser abordado por sus admiradores.
Actualmente, en el subsuelo del Tortoni se presentan espectáculos de jazz y de tango (al lado del café se encuentran la Academia Nacional del Tango y el Museo Mundial del Tango).
London City
A pocos metros del histórico Cabildo, en Avenida de Mayo 599 y Perú 30, se encuentra este sitio cuyo origen se remonta a 1890, año de la construcción de la fachada. Antes del café allí funcionó la Sastrería Schwartz & Marolda, por el tiempo en que fue levantado se trata de una de las primeras edificaciones de este tipo en la Avenida.
Años después, en 1910, fue vendida a la firma Gath y Chávez que lo utilizó como tienda de ropa. Allí sufre uno de sus primeros cambios cuando el arquitecto italiano Salvatore Mirate, la reformó y amplió, usando materiales como el hierro y el vidrio en la fachada dándole un estilo de art nouveau. De ese momento también es una gran cúpula.

Recién en 1954 abrió el café tal y como lo conocemos hoy. El lugar se convirtió en un refugio para artistas, poetas y escritores como el gran Cortázar. De hecho, hay una estatua del autor de Rayuela, del lado de la ventana, en una suerte de homenaje a su memoria.
El escritor fue su cliente más famoso, allí escribió su primera novela:Los Premios, la cual fue publicada en 1960. El café no fue solo lugar de inspiración, también sirvió de escenario central para la trama. Esta novela es considerada un texto precursor a la novela Rayuela, pero vale aclarar que fue la primera publicada, ya que había escrito dos anteriormente. La historia narra el viaje de un grupo de personas, ganadoras de un sorteo, en el crucero Malcolm. Lo que debería ser un viaje de placer se ve nublado por la prohibición de ir a popa, misterio que muchos de los pasajeros intentan desentrañar, tomándolo todo como si fuera un juego.
36 Billares
La historia del café ubicado en Avenida de Mayo al 1271 conecta las raíces españolas con las argentinas, decidido a cuidar con recelo una de las tradiciones que nos legaron aquellos que bajaron del barco buscando un futuro mejor. Así nació el Bar Notable que cautivó a Federico García Lorca.
Abriendo sus puertas en julio de 1894, al principio por 24 horas, tenía un claro propósito: combinar la tradición del café con el juego del billar que era la gran sensación de la época. Su nombre alude a sus 36 mesas, contando con amplios salones y una fachada de estilo francés a cargo de los arquitectos Colmegna y Tiphaine.

Por aquellas mesas pasaron figuras de renombre como Abelardo Arias, y periodistas como Miguel Ángel Bavio Esquiú o Timo Zorraquín. Pero el más destacado fue el poeta García Lorca, quien vivió varios meses en el Hotel Castelar -a metros del lugar- y utilizaba las instalaciones en búsqueda de inspiración.
Para 2014,logró reabrir sus puertas tras trabajos de remodelación y restauración. El legendario subsuelo fue reciclado a nuevo, conservando las características y el estilo propios que hicieron de los 36 Billares una de las más renombradas plazas del billar mundial, y uno de los sitios de interés de la Ciudad de Buenos Aires.


















