A 80 años de la bomba atómica que puso fin a la Segunda Guerra Mundial, las impactantes consecuencias en Hiroshima

Si bien la detonación data de ocho décadas atrás, sus efectos persisten en la actualidad de la ciudad japonesa.
El 80° aniversario de la bomba de Hiroshima, en Japón.
El 80° aniversario de la bomba de Hiroshima, en Japón. Foto: EFE

En un contexto en el que el riesgo de que se utilicen armas atómicas es mayor ahora que nunca antes debido a las tensiones y conflictos vigentes, el 80 aniversario del bombardeo atómico sobre Hiroshima representa una oportunidad urgente para reflexionar sobre las consecuencias devastadoras de la guerra nuclear y renovar el compromiso global con el desarme y la paz.

Estados Unidos lanzó el primer ataque nuclear de la historia sobre la ciudad de Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y, tres días después, lanzó una segunda bomba atómica sobre Nagasaki, lo que desembocó en la rendición de Japón el 15 de agosto y puso fin a la Segunda Guerra Mundial.

Una jornada cargada de dolor en Hiroshima. Foto: EFE

Se estima que unas 210.000 personas perdieron la vida en ambas ciudades debido al bombardeo, que también dejó 150.000 heridos y consecuencias humanitarias y ambientales.

Cabe destacar que el 80 aniversario del bombardeo atómico adquiere una relevancia particular este año, ya que, por primera vez desde la implementación del sistema de certificación en 1957, la cantidad de sobrevivientes oficialmente reconocidos —conocidos como hibakusha— de los ataques nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki cayó por debajo de los 100.000.

Las consecuencias devastadoras de la bomba atómica sobre Hiroshima

Tan importantes son los efectos sobre la ciudad de Hiroshima que las principales autoridades del mundo, como el papa León XIV, desearon que el recuerdo de los 80 años “sirva de advertencia universal contra la devastación causada por la guerra, y en particular por las armas nucleares”, en este momento “marcado por intensas tensiones y sangrientos conflictos”.

Es que las consecuencias fueron (y son) realmente devastadoras. Inmediatamente después de tocar suelo japonés, la bomba atómica de Hiroshima destruyó 8 kilómetros cuadrados de la ciudad y aproximadamente el 70% de los edificios quedaron arrasados y quemados.

El 80 aniversario de la bomba atómica en Hiroshima. Foto: REUTERS

Pero eso no es todo: para finales de 1945, unas 140.000 personas murieron en esa ciudad japonesa como resultado del bombardeo. Además, dado que gran parte de la ciudad quedó arrasada, los supervivientes del ataque no pudieron recibir atención inmediata y adecuada. Por eso, el 90% del personal médico y de enfermería murió o resultó herido y 42 de los 45 hospitales quedaron inoperativos.

Por si fuera poco, miles de supervivientes se vieron afectados debido a las quemaduras, heridas y efectos de la exposición a la radiación. Incluso, luego del bombardeo aumentó la incidencia de leucemia y de cáncer de tiroides, mama y pulmón, entre otros.

Pero las heridas no fueron solo humanas. El impacto ambiental fue profundo y duradero. La radiación liberada alteró ecosistemas, envenenó suelos y contaminó fuentes de agua, dejando una huella tóxica aún palpable. Hiroshima se convirtió así en un símbolo de la destrucción total que puede provocar una sola arma nuclear.