“Accionar unilateral, ilegal y provocador del Reino Unido”: una empresa británica y otra israelí extraerán petróleo de las Islas Malvinas
Aunque la República Argentina mantiene un firme rechazo al uso de los recursos naturales en disputa, dos compañías anunciaron que extraerán petróleo en 2028.

La importancia que le otorga el Reino Unido a las Islas Malvinas no se explica solamente por su ubicación geopolítica, sino que también es valiosa por los recursos naturales que allí se encuentran. Las principales potencias mundiales son conscientes de esto y dieron un paso clave para extraer petróleo en el yacimiento Sea Lion (León Marino).
La empresa británica Rockhopper Exploration y la israelí Navitas Petroleum anunciaron que están en condiciones de invertir para tomar el desarrollo del yacimiento más importante de las Islas Malvinas y empezar a extraer petróleo en 2028.

Pese al rechazo de la Argentina (que reclama la soberanía de las Islas Malvinas, las Islas Georgias y las Sandwich del Sur y sus respectivos espacios marítimos circundantes) estas dos compañías convertirán la explotación de sus aguas y subsuelo en un negocio multimillonario.
Rockhopper Exploration y Navitas Petroleum tomaron lo que llaman la “decisión final de inversión (FID)” para avanzar sobre su proyecto petrolero en la Cuenca Norte de las Malvinas. Se necesitaban 1.800 millones de dólares para cubrir los costos de la primera extracción petrolera y 2.100 millones más para terminar el proyecto en el que trabajan luego de 15 años de haber descubierto la existencia de petróleo, un viejo anhelo en las Malvinas.
Además, el Gobierno malvinense dio luz verde al programa de desarrollo y producción del yacimiento para las fases 1 y 2 del Área de Desarrollo Norte dentro de Sea Lion: “Tras las aprobaciones, las licencias que cubren el proyecto pasarán a la fase de explotación, que dura 35 años, o más, si es necesario para completar la producción”, afirmaron. Se estima que Sea Lion puede dar con una producción estimada de 55.000 barriles diarios.
El rechazo de Argentina a la explotación del petróleo en las Islas Malvinas
Andrés Dachary -secretario de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales de la provincia de Tierra del Fuego- fue uno de los dirigentes argentinos que lanzó un descargo para oponerse fervientemente a la explotación de recursos naturales en un territorio en disputa.
Con el #MalvinasEsArgentina, Dachary expresó su “más absoluto y enérgico rechazo al anuncio del ilegitimo y pretendido gobierno británico que ocupa nuestras Islas Malvinas sobre la decisión final de inversión tomada por la empresa israelí Navitas para avanzar en el yacimiento denominado ‘Sea Lion’ en la cuenca Malvinas Norte".
Siguiendo, consideró que “este accionar unilateral, ilegal y provocador del Reino Unido pretende explotar recursos naturales argentinos en un territorio ocupado, vulnerando de forma directa los derechos de soberanía de 45 millones de argentinas y argentinos. No se trata de un episodio aislado: estamos ante una maniobra de gravedad inusitada, comparable únicamente con la Misión Shackleton de 1976, que llevó a nuestro país a recurrir nuevamente a la Asamblea General de la ONU y motivó la Resolución 31/49, que prohíbe expresamente cualquier medida unilateral respecto a la Cuestion de las Islas Malvinas mientras no se solucione la disputa".
De este modo, personalidades importantes de Argentina buscan “frenar esta acción que, de concretarse, afectaría de forma irreversible nuestros derechos soberanos y los recursos que pertenecen a la Provincia y a todo el pueblo argentino. Asimismo, solicitamos que se reafirme con claridad ante la comunidad internacional que la Argentina no consiente ni reconocerá ninguna explotación hidrocarburífera en la plataforma continental bajo ocupación británica“.
El proyecto Sea Lion, clave para el Reino Unido
La colonización de las Islas Malvinas obedece a fines estratégicos y geopolíticos del Reino Unido, centrados en los abundantes recursos -principalmente yacimientos de hidrocarburos y recursos pesqueros- y en el valor que concede la ubicación en el atlántico sur, fundamentalmente por el tráfico marítimo bioceánico y la proyección antártica. En este marco, cobró relevancia la discusión sobre la explotación de los recursos del archipiélago a partir de la inminente puesta en funcionamiento de una plataforma offshore del proyecto Sea Lion de capitales británicos e israelíes, sin autorización, para la extracción de petróleo 220 kilómetros al norte de las mismas.
Desde que se comprobó que las Islas Malvinas contaban con grandes reservas de petróleo, se sucedieron diversas campañas de exploración que derivaron, bajo el actual gobierno de ocupación británica, en el acceso de la empresa israelí Navitas Petroleum -en asociación con la empresa británica Rockhopper Exploration- para iniciar la extracción de petróleo en la región.
A partir de 1996, los británicos otorgaron licencias de exploración a pequeñas y medianas compañías, en su mayoría creadas con tales fines. Se realizaron tres campañas, la primera en 1998, la segunda en 2010 y la tercera en 2015. Fue durante la segunda que la compañía Rockhopper encontró petróleo en la formación Sea Lion. En 2021, la compañía le vendió el 65% del proyecto a la empresa israelí, convirtiéndola en el principal operador.
En la actualidad se estima que Sea Lion contiene 1.700 millones de barriles de crudo, proyectando ingresos que, si fueran fructíferos, oscilarán entre los 1.500 y 3.000 millones de dólares. De ser así, las islas podrían posicionarse como un posible centro mundial de energía alejando las posibilidades del reclamo argentino sobre las mismas.
















